El Informe Transición 2014, del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, pone en claro que los esfuerzos individuales a nivel de compañías micro o pequeñas tienen un impacto significativo.

Londres. La innovación de las compañías es una palanca poderosa que puede impulsar el crecimiento de los países emergentes y elevar sus economías al nivel de las economías más desarrolladas, de acuerdo con un nuevo informe publicado este martes.

El Informe Transición 2014, del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (EBRD, por sus siglas en inglés), pone en claro que los esfuerzos individuales a nivel de compañías micro o pequeñas tienen un impacto significativo en el desempeño macroeconómico general del país.

"Si las compañías avanzan por su camino de transición, lo mismo harán los países donde ellas estén asentadas", dijo el economista en jefe del EBRD, Erik Berglof.

El informe recurre a datos únicos para examinar por qué algunas compañías son más innovadoras que otras y muestra lo que conduce a la innovación y lo que la obstaculiza.

También define cómo los gobiernos pueden apoyar a las compañías cuando desarrollan nuevos productos o se vuelven más competitivas adoptando productos o procesos de producción y los adaptan para ajustarse a sus propias necesidades.

El informe enfatiza que la innovación no sólo debe considerarse en términos de nuevas invenciones innovadoras. También deben tomarse en cuenta, sobre todo en las economías menos avanzadas, las compañías que presentan productos y procesos que son nuevos para esa compañía aunque ya estén disponibles en otras partes.

La investigación que sustenta el informe muestra que las compañías innovadoras son particularmente sensibles al clima de negocios. Para promover la innovación, las autoridades deben eliminar los cuellos de botella que afectan la innovación. Entre ellos se encuentran la corrupción, las habilidades inadecuadas de la mano de obra, el acceso limitado a financiamiento y las onerosas regulaciones aduaneras y comerciales.

El informe se basa en datos de dos estudios. El Estudio de Ambiente Empresarial y el de Desempeño de Empresas, realizados por EBRD y el Banco Mundial. A cerca de 16.000 compañías de 30 países se les pidió su opinión sobre el ambiente empresarial para las empresas privadas y el desarrollo empresarial.