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Inseguridad detiene las inversiones en El Salvador
Miércoles, Enero 27, 2016 - 08:49

El 56,5% de empresas manifestaron que deben tomar medidas especiales para reducir el impacto de la inseguridad, en cifras a 2014, un incremento con respecto al 46,8% de 2012.

La delincuencia incrementó su influencia negativa sobre la actividad empresarial en El Salvador, según la Encuesta de Competitividad Empresarial de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), fechada en diciembre de 2015.

El 56,5% de empresas manifestaron que deben tomar medidas especiales para reducir el impacto de la inseguridad, en cifras a 2014, un incremento con respecto al 46,8% de 2012.

¿Qué provoca la delincuencia en las operaciones de las compañías? El 65% de empresas consultadas señaló que redujo las ventas y la prestación de servicios en la zona de mayor inseguridad, el 42,4% incrementó la contratación de personal de seguridad y el 13,4% cambió sus horarios de trabajo.

Pero los impactos económicos van más allá: 21,9% de encuestados disminuyeron sus expectativas de inversión ante el referido flagelo.

No es para menos: en 2014, una de cada cuatro empresas sufrieron de hechos delincuenciales.

“La prevalencia del clima delincuencial en las zonas empresariales va en aumento, afectando directamente la reducción en las ventas y servicios que ofrecen; influyendo en las decisiones de invertir como consecuencia de los robos, asaltos y aumento de los costos de vigilancia en sus actividades para comercializar su producto o servicio”, planteó Fusades en su reporte.

En promedio, los negocios afectados en 2014 sufrieron 3,1 hechos delincuenciales, una incidencia mayor que el indicador de 2,7 veces suscitado en 2013.

Entre los factores que desaniman a las inversiones sobresale la escasa capacidad policial para resolver los hechos. Del 26% de empresas víctimas de delincuencia, solamente el 43% denunció los ilícitos a las autoridades.

Y sobre la base de dichos denunciantes, solamente al 14% se le resolvió el caso.

“La alta tasa de no denuncia de los hechos delincuenciales a los empresarios debe cuestionar la forma de evaluar el desempeño de las instituciones”, planteó el tanque de pensamiento.

Desincentivo para invertir. En su estudio, Fusades elaboró un perfil de los inversionistas privados en El Salvador: el 55% expresó no tener interés en invertir y 10% detuvo sus inversiones. Por otro lado, el 18% mantuvo su nivel de inversiones y el 23% lo aumentó.

A pesar de las condiciones macroeconómicas, el 73,9% de las empresas que sí están invirtiendo manifestaron que su motivo principal radicaba en el incremento de la demanda, mientras que el 60,9% lo hizo para desarrollar más capacidad de innovación.

Como factores negativos, las empresas que sí están invirtiendo lamentaron también los altos niveles de inseguridad y delincuencia (58%), así como las reformas tributarias (47,8%).

El entorno político también les influyó negativamente: el 37,7% citó la corrupción y falta de transparencia como uno de los flagelos y el 36,2% mencionó las declaraciones de partidos políticos con respecto al sistema económico.

En el grupo de empresas que no invierten, el 84,3% mencionó que la inseguridad y la delincuencia se convirtió en el principal factor por la cual desistió de su inversión.

Otras condiciones que aquejaron las compañías fueron la alta competencia (60,9%) y el débil crecimiento del país (56,6%).

En 2014, El Salvador se ubicó a la zaga en la captación de Inversión Extranjera Directa (IED) en Centroamérica, con US$75 millones. Los países vecinos lograron cifras diez veces mayores: Nicaragua, por ejemplo, logró atraer US$756 millones; en tanto que Honduras y Guatemala pasaron de los US$1.100 millones.

Autores

ElEconomista.net