El principal riesgo financiero es el pasivo laboral, que asciende a 1,9 billones de pesos (US$141.348 millones), informó el director del organismo, José Antonio González Anaya.
La difícil situación financiera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) “se frenó, no hemos saneado las finanzas, pero vamos por el camino correcto”, afirmó José Antonio González Anaya.
En el marco de la 105 Asamblea General Ordinaria del IMSS, el director destacó que el deterioro financiero que inició en el 2009 se detuvo; el uso de reservas se ha comenzado a revertir y pasó de 24.000 millones de pesos (US$1.785,4 millones) en ese año a 12.000 millones (US$892,7 millones) a la mitad del 2013, con cambios que van desde las compras consolidadas de medicamentos hasta digitalización de trámites.
“El IMSS ha llegado a un punto de inflexión. Hemos logrado frenar el ominoso deterioro financiero y tengo el gusto de informar que en el 2013 redujimos el uso de la reservas”, dijo el director ante los integrantes del Consejo Técnico conformado por sector obrero, patronal y gobierno federal.
Sin embargo, “la situación del IMSS sigue siendo precaria, pero cambiamos la tendencia. Logramos este cambio sin aumentar las cuotas obrero-patronales y sin disminuir la calidad de los servicios, en un proceso inédito de formalización de la economía”, declaró.
El principal riesgo financiero del IMSS es el pasivo laboral y éste se acrecienta conforme aumenta la edad de sus trabajadores y se calcula que para el 2030 la suma de trabajadores y pensionados supere los 400.000, para lo que, de acuerdo con la dependencia, se requerirán alrededor de 103.000 millones de pesos anuales (US$7.662 millones).
En el Informe al Ejecutivo Federal y al Congreso de la Unión 2013-2014, se muestra que el pasivo laboral del instituto asciende a 1.9 billones de pesos, al contar las pensiones que ya se pagan, más las que se tendrán que cubrir hasta el 2090.
Las proyecciones indican que después del 2040 el número de pensionados comenzará a descender, aunque de manera muy lenta. Todavía para el 2060, el IMSS deberá pagar casi 100.000 pensiones.
En dicho informe se observa que en todo el periodo de proyección los egresos del IMSS serán mayores a sus ingresos, por lo que se hará necesario seguir utilizando las reservas de que pueda disponer el Instituto, de conformidad con lo estipulado en la Ley del Seguro Social.
De acuerdo con el presupuesto del Instituto para el ejercicio 2014, éste podría usar hasta 20.250 millones de pesos (US$1.506 millones) de la Reserva Financiera y Actuarial del Seguro de Enfermedades y Maternidad, cifra que se reduce a 15.080 millones (US$1.121 millones) considerando el cierre del ejercicio. Además, se estima que se usarán 18.796, 21.609 y 4.474 millones de pesos de esta reserva, para los años 2015, 2016 y 2017, respectivamente, para financiar el déficit esperado en esos años; por lo que a partir del 2018 no se tiene previsto el uso de las reservas.
Seguirá compra de medicamentos. González Anaya informó que en el 2014 se mantendrán las compras de medicamento de manera transparente con el esquema de subastas en reversa a la que se sumarán 17 estados, cuando antes fueron cinco, y se pasará de 14 a 43 instituciones de salud, las cuales realizarán una compra por 51.000 millones de pesos (US$3.794 millones) y que en todo el sector salud ha significado un ahorro de 3.700 millones de pesos (US$275,2 millones).
El director del IMSS detalló que las acciones que emprendió el organismo hace dos años se mantendrán, toda vez que es “el camino correcto” para el saneamiento de las finanzas y no se ha hecho con un incremento presupuestario, ni con aumento en las cuotas obreros patronales, sino acciones administrativas.
Al respecto, Francisco Funtanet Mange, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) dijo que “se deben evitar soluciones fáciles (para sanear al IMSS) como el incremento en las cuotas porque eso repercute en las fuentes de empleo”.
Intercambio de servicios, el futuro del sistema de salud. Hacia adelante, sostuvo González Anaya, “el reto será implementar estos programas en toda la Institución. Estoy convencido de que el futuro del sistema de salud mexicano debe dirigirse hacia un mejor uso de su infraestructura a través del intercambio de servicios entre las instituciones públicas de salud. Hoy, el IMSS tiene un convenio general de emergencia obstétrica; otros más entre el programa IMSS-Prospera y el Seguro Popular para atender a 1 millón de beneficiarios, y convenios con los estados de Yucatán, Querétaro y Baja California Sur”.