Según el último informe de la Cepal, sobre Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2011, entre el 2002 y el 2006 Ecuador captó US$3.256,5 millones por capitales foráneos.
La capacidad de Ecuador de atraer Inversión Extranjera Directa, IED (privada), en los últimos seis años, no solo que ha sido menor a la que tuvo en el quinquenio anterior (2002-2006) sino que también ha sido poco significativa frente a lo que ha recibido la región.
Según el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), sobre Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2011, entre el 2002 y el 2006 Ecuador captó US$3.256,5 millones por capitales foráneos. Para el periodo 2007-2011 la cifra bajó en el 31%, al ubicarse en US$2.247,9 millones.
La participación de Ecuador frente a la inversión neta recibida por América Latina y el Caribe también retrocedió.
Entre el 2002 y 2006 la región recibió US$321.893 millones por IED. Lo que ingresó a Ecuador fue el 1,01% de ese valor, mientras del 2007 al 2011 fue el 0,37% de US$609.787 millones.
Según los datos del Banco Central del Ecuador, al tercer trimestre del 2012, Ecuador captó US$53,1 millones menos por IED neta en relación al mismo periodo del 2011. Pasó de US$417,1 millones a US$364 millones.
Mientras, los registros de la Superintendencia de Compañías revelan que al primer trimestre de este año, el total de capitales foráneos que ingresaron al país fueron US$73 millones, un 23% menos que en el 2012.
Para Alberto Acosta Burneo, editor de la publicación Análisis Semanal, el Código de la Producción vigente desde hace dos años y que se promocionó como una de las herramientas para estimular la inversión, no ha sido suficiente. Explica que los contratos que ha firmado directamente el Gobierno con empresas (al amparo de este Código) no han logrado sustituir a las mayores garantías que ofrecen los tratados bilaterales de inversión entre estados.
Asegura que tampoco hay seguridad jurídica para las empresas que pueden inyectar capitales importantes y para ejemplificar esto explica que las mineras privadas aún esperan la reforma a la ley del sector que les permita pagar la participación al Estado (cuando haya excedente en precios) tras haber amortizado su inversión.
La analista Gabriela Calderón agrega que la IED necesita algo más que leyes para despegar, pues no hay nada más susceptible que los capitales y diez reformas tributarias en los últimos seis años complican los cálculos del retorno o ganancias de las empresas.
El investigador de la publicación Carta Económica de Cordes, José Mieles, refiere que la confiabilidad de las empresas extrajeras en Ecuador es baja –según él– porque temen que les suceda lo mismo que a las petroleras, algunas de las cuales salieron del país tras la renegociación de contratos.
El Impuesto a la Salida de Divisas (5%) es otro desincentivo, pues cree que constituye una carga tributaria que se aplica cuando las empresas sacan su inversión del país.
Contratos. Desde que rige el Código de la Producción se han firmado siete contratos de inversión.
Cuatro, el pasado 8 de abril entre el Gobierno y cuatro empresas (entre ellas la cementera suiza Holcim y Surpapelcorp), por alrededor de US$440 millones, que terminarán de ingresar en unos dos años más.