Las acciones mundiales alcanzaron máximos históricos a principios de este mes y la bolsa japonesa, beneficiada por la debilidad del yen, está en su punto más alto en más de 15 años.

Los inversores globales han aumentado la participación del efectivo en sus carteras a máximos de siete meses por el temor a que los precios de las acciones y los bonos caigan desde sus niveles más altos en varios años, al mismo tiempo que han aumentado sus intereses en bienes raíces.

Las acciones mundiales alcanzaron máximos históricos a principios de este mes y la bolsa japonesa, beneficiada por la debilidad del yen, está en su punto más alto en más de 15 años.

Las bolsas europeas desde España a Alemania han subido entre un 10% y un 20% en el año, principalmente gracias a las inyecciones de efectivo en la zona del euro y Japón.

Sin embargo, con Grecia posiblemente en camino a una cesación de pagos y una salida de la zona euro, y la Reserva Federal a punto de subir las tasas de interés en Estados Unidos por primera vez en nueve años, muchos reconocen que un revés es inevitable.

Los temores han aumentado desde que los inversores sufrieron por una corriente vendedora de bonos de un mes que llevó los rendimientos de los bonos alemanes a un 0,8% desde casi cero.

La encuesta mensual de Reuters a 44 administradores de fondos y presidentes de inversión de Estados Unidos, Europa y Japón encontró que el promedio de colocación recomendada en efectivo en carteras globales equilibradas subió un punto porcentual en mayo a 6,4%.

El nivel es el más alto desde noviembre y está algo por debajo del de mediados de 2012, cuando la crisis de la zona euro estaba en su punto más álgido.

La encuesta, que se realizó entre el 18 y el 28 de mayo, también mostró que la inversión en bienes raíces subió a un 2,1% de las carteras globales, un alza frente al 1,8% del mes pasado y el punto más alto desde diciembre de 2014.

"Estamos en un ambiente positivo para los activos de riesgo en el medio plazo, pero en los próximos meses anticipamos que la volatilidad seguirá alta", dijo Boris Willems, estratega de UBS Global Asset Management, que mencionó la incertidumbre por el panorama de tasas de interés en Estados Unidos y los riesgos en Grecia.

"Por lo tanto, creemos que es importante ser tácticos en nuestra posición en activos de riesgo y mantener pólvora seca para aprovechar las oportunidades que surjan de un incremento de la volatilidad", añadió Willems.

El aumento de efectivo se realizó a costa de las acciones, cuya participación en los portafolios equilibrados cayó un punto porcentual a un 49,5 por ciento, su menor nivel desde enero.

El peso de los bonos en las carteras se mantuvo más o menos estable en un 36,6 por ciento.

Uno de los asuntos que está pesando cada vez más en la confianza de los mercados en estos días es la valoración de los activos, que muchos consideran muy alta ante la presencia de muchos riesgos.

Alrededor de la cuarta parte de los bonos de la zona euro se están negociando con rendimientos reales negativos, mientras que las acciones europeas se transan al equivalente de 16 veces sus ganancias esperadas, cerca un máximo de 11 años y muy por encima de los promedios de largo plazo.

La situación llevó recientemente al jefe de la Autoridad Europea de Valores y Mercados, Steven Maijoor, a advertir de que los "riesgos de sobrevaloración, tanto en los mercados de acciones como de bonos, son considerables".