Un banquero privado de un grupo mundial que se especializa en clientes con valores por al menos US$5 millones dijo que su equipo había visto un repunte del número de clientes que huyen del euro.
Londres. Los inversores más ricos de Europa están sacando su dinero en euros en medio de los temores de que la moneda única pueda no sobrevivir a la crisis de deuda soberana, siendo el dólar y el yen los destinos más favorecidos, dicen los banqueros.
Un banquero privado de un grupo mundial que se especializa en clientes con valores por al menos US$5 millones dijo que su equipo había visto un repunte del número de clientes que huyen del euro desde que el banco central alemán tuvo que intervenir para impedir el fracaso de la subasta de bonos en noviembre.
Describió la tendencia como "entre un goteo y una inundación", subrayando que el dólar había sido el refugio favorito, seguido por el yen japonés.
La libra británica es considerada como muy apegada al futuro de la zona euro para actuar como un amortiguador eficaz en la unión monetaria, añadió, hablando bajo condición de anonimato.
Richard Cookson, responsable jefe de inversión en el brazo de banca privada de Citi que satisface a clientes con activos valorados en más de US$25 millones, también dijo que había visto cómo los clientes "salían del euro".
Advirtió, sin embargo, de que la complejidad y la potencial gravedad de un colapso del euro hacía difícil saber cómo proteger la riqueza.
"Este es uno de los momentos determinantes en la historia de la economía europea y mundial y si va mal, irá muy, muy mal", dijo.
"Puedes equilibrar el riesgo de una caída abrupta de una divisa y salvaguardarla cuando suba, por ejemplo, pero ¿cómo lo vas a salvaguardar cuando desaparece?".
Ronnie Ludwig, socio con sede en Edimburgo del equipo de clientes privados en la firma de contabilidad Saffery Champness, dijo que había visto que algunos clientes movían más dinero a la libra esterlina, enfrentándose a unas tasas de interés realmente negativas para ganar en tranquilidad.
Entre las cosas que atraen en Reino Unido están un gobierno fiscalmente conservador y la voluntad para rescatar a bancos con problemas, como quedó demostrado en la crisis financiera de 2008-2009, cuando una serie de entidades británicas fueron total o parcialmente nacionalizadas, dijo.
"Hay algo de preocupación en torno al euro y algunas personas se están yendo a otras monedas como la libra esterlina. Se percibe que estamos haciendo lo correcto", dijo.
Agentes estatales londinenses han informado de un interés creciente en el mercado residencial de lujo en la ciudad por parte de compradores europeos que buscan un refugio de la tormenta financiera que vive el continente.
Cookson, de Citi, se refirió a un amigo que vive en el barrio de moda londinense de Notting Hill que había vendido su casa por un 40% más del valor del mercado a un comprador ruso que se le había acercado cuando estaba saliendo de su vivienda.
La experiencia ilustra la atracción de los inmuebles de Londres como uno de los pocos activos considerados seguros para inversores acaudalados, dijo Cookson.
Algunos banqueros restaron importancia a la tendencia, informando de que aunque hay inversores ricos que eran conscientes de los riesgos asociados con una crisis sistémica, la mayoría estaban manteniendo la calma.
"La gente no puede creer lo que está ocurriendo en Europa pero no he visto ninguna venta masiva de portafolios", dijo Julian Lamden, socio en Coutts, unidad de banca privada de Royal Bank of Scotland, cuyo portafolio incluye algunos de los clientes más ricos del banco.
"No he visto realmente grandes movimientos, pero la gente se está posicionando. Estamos pensando en cuál es el primer paso. Está en sus mentes".
Damian Bloom, socio con sede en Londres en la firma legal Berwin Leighton Paisner, especializada en asuntos fiscales de superclientes cuyos activos se miden en decenas de millones, dijo que algunos clientes estaban empezando a preocuparse por la solvencia bancaria.
"No hemos visto una reacción automática. La impresión general es que no vemos una caída (del euro) (Pero) la gente está más preocupada de los bancos de lo que estaba hace seis meses", añadió.