Temer, que asumirá el mando después de que el Senado se pronunció en favor de un juicio político contra Rousseff, anunciará su nuevo gabinete el jueves, incluyendo a un nuevo ministro de Hacienda.
Importantes gestores de fondos globales como BlackRock incrementaron su exposición a Brasil incluso antes de que la presidenta Dilma Rousseff fuera suspendida de su cargo este jueves, aunque los inversores siguen recelosos sobre las perspectivas de recuperación de la mayor economía latinoamericana.
La creciente probabilidad de que Michel Temer -un político de centro considerado más cercano a los empresarios- se convirtiera en presidente ya había impulsado el índice de acciones brasileñas Bovespa un 22% y al real un 12% frente al dólar, en lo que va del año.
Temer, que asumirá el mando después de que el Senado se pronunció en favor de un juicio político contra Rousseff, anunciará su nuevo gabinete el jueves, incluyendo a un nuevo ministro de Hacienda.
Rousseff fue suspendida para enfrentar un juicio por cargos de manipulación de cuentas públicas. Su popularidad se ha visto duramente golpeada por un extensa investigación de un esquema de sobornos en la estatal Petrobras, desplegado cuando ella se desempeñaba como presidenta de la compañía.
En su fondo latinoamericano, BlackRock -el gestor de activos más grande del mundo- hizo lo que el administrador de carteras William Landers llamó "un enorme cambio" desde infraponderar a Brasil en marzo a sobreponderar.
"Mi expectativa es que tendremos un gobierno mucho más amigable con los mercados llegando a Brasilia, con un gabinete fuerte, un banco central sólido y que realmente volveremos a la fórmula que funcionó en Brasil", dijo Landers.
Michael Reynal, gestor de cartera de RS Emerging Markets Equity Fund, una unidad de Guardian Life Insurance, incrementó recientemente sus tenencias del fondo de US$198 millones en Brasil.
El fondo añadió posiciones en acciones de la aseguradora BB Seguridade, el operador de autopistas Ecorodovias, la productora de mineral de hierro Vale y de la firma Sabesp.
"Fuimos cautelosamente constructivos (en marzo), preocupados sobre el proceso político, pero esperanzados de que las cosas avanzarán", dijo Reynal.
El amplio déficit fiscal en Brasil, sin embargo, será una lucha importante para el Gobierno interino, lo mismo que los esfuerzos por sacar al país de su peor recesión desde la década de 1930.
"Los problemas de Brasil están realmente mucho más arraigados que Dilma", dijo Peter Marber, jefe de inversiones para mercados emergentes de Loomis Sayles en Boston.
Atul Lele, jefe de estrategia de inversiones de Deltec International, está entre quienes están poniendo una gran nota de cautela sobre cualquier movimiento relativo a Brasil.
Las preocupaciones económicas del país son tan profundas que incluso con un mejor ambiente político podrían ser "insalvables".