El país contribuirá asimismo con conocimiento y tecnología a la comunidad internacional.
Sendai. Japón proveerá US$4.000 millones en ayuda en los próximos cuatro años para reducir el número de víctimas de los desastres naturales y su sufrimiento a nivel mundial, dijo este sábado el primer ministro japonés Shinzo Abe.
Con la iniciativa, Tokio entrenará a 40.000 funcionarios del gobierno y líderes locales -incluido un proyecto enfocado en las mujeres- para encabezar los esfuerzos nacionales por reducir el riesgo de desastres y hacer una mejor reconstrucción luego de que ocurran, dijo Abe en una conferencia de Naciones Unidas en la ciudad nororiental de Sendai.
A cambio de la ayuda ofrecida como consecuencia del terremoto, tsunami y crisis nuclear del 2011 que devastó las regiones costeras del noreste del país, "Japón contribuirá a la comunidad internacional con nuestro conocimiento y tecnología", dijo Abe.
El paquete también impulsará el desarrollo de infraestructura a prueba de desastres.
Japón es uno de los mayores contribuyentes mundiales de finanzas para reducir el riesgo de desastres. Junto con el Banco Mundial, contribuyó con más de la mitad del total global de US$13.500 millones entre 1991 y el 2010, según el Instituto de Desarrollo de Ultramar con sede en Reino Unido.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo a la prensa que espera que "muchos otros en el mundo desarrollado" emulen el ejemplo de Japón al hacer nuevos compromisos para financiar la prevención de desastres.
El primer ministro japonés describió la reducción del riesgo de desastres como "el desafío más importante" para los países ricos y pobres, particularmente para naciones en desarrollo donde se concentra el 90 por ciento de las víctimas de desastres.
Abe llamó a "incorporar la reducción del riesgo de desastres" a nivel internacional, incluyendo nuevos objetivos de desarrollo globales y un acuerdo para combatir el cambio climático que se acordaría más adelante este año.
Al inicio de la conferencia en Sendai, que adoptaría un nuevo plan global para reducir el riesgo de desastres, una de las tormentas más poderosas que se han visto en el Pacífico devastaba la isla de Vanuatu el sábado.
El ciclón Pam arrancó los tejados y árboles y dejó al menos a ocho personas muertas, aunque el recuento de víctimas podría aumentar en las próximas horas, según dijeron las autoridades del país insular.
Ban, que se reunió con el presidente de Vanuatu el sábado para expresar sus condolencias, dijo que el impacto de la tormenta todavía no era claro "aunque tememos que el daño y la destrucción podrían ser extendidos".
El presidente de Vanuatu, Baldwin Lonsdale, pidió a la comunidad internacional que ofrezca ayuda para lidiar con los desastres, diciendo en la conferencia que todavía no conocía el impacto total del ciclón.