El menor gasto de capital corporativo fue el principal culpable detrás del recorte, dijo el gobierno al advertir sobre la persistente debilidad de la economía de cara a la incertidumbre por la crisis de deuda de la zona euro y la desaceleración en China.
Tokio. El gobierno de Japón recortó su panorama económico por cuarto mes consecutivo en noviembre, algo que no ocurría desde la crisis financiera del 2008-2009 y subrayando la idea de que el país está cayendo nuevamente en recesión golpeado por la desaceleración global.
El menor gasto de capital corporativo fue el principal culpable detrás del recorte, dijo el gobierno al advertir sobre la persistente debilidad de la economía de cara a la incertidumbre por la crisis de deuda de la zona euro y la desaceleración en China.
El recorte ocurre en momentos en que el primer ministro Yoshihiko Noda debe disolver este viernes la Cámara Baja del Parlamento para una elección anticipada el 16 de diciembre, posiblemente despejando el camino para un cambio de gobierno y sumando incertidumbre al oscuro panorama de la tercera mayor economía mundial.
La sombría evaluación del gobierno podría sumar presión sobre el Banco de Japón para que adopte nuevas medidas de flexibilidad, aunque fuentes dijeron que el banco no daría pasos nuevos la próxima semana y podría esperar hasta el próximo año para evaluar las políticas de un nuevo gobierno.
"La economía japonesa muestra debilidad recientemente debido a la desaceleración de la economía mundial", dijo la oficina del gabinete en su reporte mensual.
El reporte mensual previo también había destacado la debilidad de la economía, pero había citado "algo de estabilidad" debido a una mejoría gradual en el gasto de capital corporativo en ese momento.
El más reciente reporte, sin embargo, subrayó un empeoramiento en el gasto de los negocios, un motor clave de la demanda interna y el ciclo económico general.
"El gasto de capital fue el principal factor para la baja", dijo un funcionario de la oficina del gabinete, a cargo de recopilar el reporte.
"La economía mundial está mostrando algunas señales positivas, pero no podemos ser optimistas. Las ganancias corporativas son débiles debido a que la caída de las exportaciones ha presionado a la producción, el ánimo corporativo y el gasto de capital", agregó.
