El plan francés se presenta como un posible compromiso que podría despejar el camino para que participen los inversores privados en una extensión del plazo de la deuda helena sin provocar una moratoria.
Bruselas. El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, dijo este jueves que se reservaba la opinión sobre una propuesta francesa para resolver la crisis de deuda de Grecia, pero otra autoridad del BCE calificó el plan de "un paso muy interesante".
El plan francés se presenta como un posible compromiso que podría despejar el camino para que participen los inversores privados en una extensión del plazo de la deuda helena sin provocar una moratoria o un pago de seguro de créditos, ambos escenarios que el BCE dice que deben evitarse.
La postura del BCE es fundamental, porque ha amenazado con negarse a aceptar deuda griega como garantía en las operaciones de financiación, en caso de activación de un seguro de créditos, una participación forzada del sector privado o una reducción de la calificación de la deuda.
"En estos momentos no tenemos todavía una postura", respondió Trichet ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento europeo a preguntas sobre la propuesta francesa.
"Estamos alerta, pero no puedo emitir un juicio sobre lo que está ocurriendo", dijo.
La respuesta de Trichet coincidió con la postura de otro responsable del BCE, Lorenzo Bini Smaghi, quien expresó al periódico francés Les Echos que la propuesta tenía que ser verificada.
Pero un tercer funcionario del BCE, Ewald Nowotny, dijo a una emisora austríaca que la propuesta gala era "un paso muy interesante".
"Lo importante es que haya una solución común europea porque aporta poco si sólo un país individual lo hace", expresó Nowotny.
Políticos y banqueros confían que la propuesta francesa pueda adoptarse sin disparar un default o un pago de lo seguros de créditos.