La economía mexicana, la segunda mayor en Latinoamérica, ha sido duramente golpeada por la drástica baja de sus ingresos petroleros así como por la caída de la actividad industrial, especialmente la vinculada a Estados Unidos.
Ciudad de México. El coordinador de los diputados del oficialismo en México, César Camacho, dijo este miércoles que espera un áspero debate en el Congreso por el presupuesto del 2017, que llegará a la cámara el 8 de septiembre, al tiempo que varios funcionarios de alto rango han advertido que será austero.
La economía mexicana, la segunda mayor en Latinoamérica, ha sido duramente golpeada por la drástica baja de sus ingresos petroleros así como por la caída de la actividad industrial, especialmente la vinculada a Estados Unidos.
Por ello, el Gobierno y la estatal petrolera Pemex se han visto forzados desde el 2015 a hacer fuertes recortes de gastos, lo que ha derivado en ajustes a las previsiones de expansión del Producto Interno Bruto (PIB) en varias ocasiones.
"Ya estamos precavidos de la enorme dificultad que va a entrañar el paquete económico, en especial el presupuesto en épocas de dificultades, de restricciones económicas", dijo el jefe de los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho, a la radio MVS.
"Ahora la situación económica del país es especialmente complicada, vas a escuchar discusiones en el Congreso mucho más frecuentes, más intensas, más numerosas que de costumbre", agregó el legislador, hombre cercano al presidente Enrique Peña Nieto.
Justo el martes, la calificadora Standard & Poor's bajó la perspectiva de la calificación de crédito de largo plazo de México a 'negativa' desde 'estable' debido a expectativas de un aumento de la deuda gubernamental, citando además un crecimiento económico decepcionante.
Un día antes, el Gobierno recortó su expectativa de expansión del PIB para este año a un rango de 2,0-2,6%, desde un previo de 2,2-3,2%.
El Gobierno ha reiterado que no implementará nuevos impuestos ni subirá los existentes durante la administración de Peña, que acaba en diciembre del 2018, luego de haber impulsado y logrado aprobar una reforma fiscal en 2013 que buscaba mejorar la débil recaudación tributaria.
Peña, que enfrenta niveles mínimos de popularidad desde que asumió el cargo en diciembre del 2012, no ha podido cumplir con su promesa de poner a crecer la economía local a rangos de 5-6% tras aprobar una amplia gama de reformas clave.
El peso mexicano ha perdido cerca de un 43% de su valor desde el inicio de la actual administración.