Franco Uccelli advirtió que "los flujos hacia los países de la región se han debilitado de forma significativa".
La Inversión Extranjera Directa (IED) en América Latina podría contraerse entre un 5% y 6% en 2015-2016 y el acceso al financiamiento tenderá a encarecerse, en un escenario de inminente alza de tasas de interés en Estados Unidos, dijo este jueves el director de Mercados Emergentes de JP Morgan.
Franco Uccelli advirtió que "los flujos hacia los países de la región se han debilitado de forma significativa", a lo que se sumará la exigencia de mayores rendimientos a los papeles emergentes para mantenerse atractivos frente a los bonos estadounidenses.
Los mercados anticipan que la Reserva Federal de Estados Unidos subirá sus tasas de interés en diciembre, por primera vez en casi una década.
Ya son varios los países en la región que se han estado volcando a los mercados internacionales antes de que el financiamiento se vuelva más oneroso.
Uruguay colocó deuda soberana al 2027 por US$1.700 millones hace tres semanas, Colombia obtuvo US$1.500 millones con un título a diez años y Perú levantó 1.100 millones de euros al 2026, tras casi una década ausente en el viejo continente.
"La preocupación más alta de algunos países no es cuánto les va a costar acceder a los mercados, sino si podrán hacerlo del todo, y Uruguay esa preocupación no la tiene porque el acceso está", dijo el analista.
Uruguay. El pequeño país ganadero, en medio de los gigantes Brasil y Argentina, ha logrado diferenciarse de sus vecinos para ubicarse entre los primeros de la región en recepción de IED.
"Ese desacople que se está viendo hoy en día es algo muy positivo para Uruguay. Ya no es una extensión de Argentina ni de Brasil; dejó de ser el hermano menor", dijo Uccelli en entrevista con Reuters en Montevideo, donde presentó su análisis sobre tendencias de inversión en la región.
Uruguay es el segundo mayor receptor de inversión productiva en la región, con un promedio de un 5,4 por ciento del Producto Interno Bruto entre 2008 y 2014, sólo antecedido por Chile con un 8,5% del PIB.
"Es una cifra bastante importante. El reto obviamente es mantenerla", dijo Uccelli.
La economía del país sudamericano se contrajo un 0,1 por ciento interanual en el segundo trimestre del año y un 1,8% respecto a los tres meses previos, por una menor actividad en la mayoría de los sectores, una disminución de la demanda doméstica y de las inversiones.
Para este año el Gobierno proyecta un crecimiento del PIB de un 2,5% desde el 3,5% de 2014, mientras los analistas prevén una expansión de un 1,8%.