Perú, un gran productor mundial de minerales, encara este año una desaceleración de su economía luego de registrar un crecimiento de un 2,4% en el 2014.

Los dirigente políticos de Perú fueron "demasiado complacientes" en tiempos de bonanza local al postergar reformas estructurales y el próximo Gobierno deberá emprenderlas para que la economía se expanda de forma sostenida, dijo el presidente del Banco Central, Julio Velarde.

Perú, un gran productor mundial de minerales, encara este año una desaceleración de su economía luego de registrar un crecimiento de un 2,4% en el 2014, la medición más baja en cinco años en medio de una ralentización de la inversión.

El avance de la economía el año pasado estuvo muy por debajo de la tasa de crecimiento promedio en torno al 6% de la última década, periodo en los que la producción repuntó gracias al alza de los precios de los metales que exporta.

"En el periodo de bonanza fuimos demasiado complacientes con las reformas estructurales", dijo Velarde en una conferencia del Banco Mundial previa a una Junta de Gobernadores de la entidad que se realizará en octubre en Lima.

"Ahora sí es el momento de emprenderlas, tal vez no ahora con este Gobierno que es su último año, pero sí probablemente el nuevo gobierno va a tener que emprenderlas", agregó.

El presidente Ollanta Humala terminará su mandato de cinco años en julio del 2016, y se prevé que el país andino celebre comicios para elegir a su sucesor en abril del próximo año.

Velarde afirmó que Perú necesita impulsar reformas estructurales en el mercado laboral, en el mercado de capitales, en educación y en el sector estatal.

El funcionario dijo asimismo que en Perú existe un consenso mayor por tener políticas económicas más responsables, y que los votantes peruanos probablemente elegirán a un próximo presidente que respetará las reglas de libre mercado.

"Sea cual sea, el partido político que postule a una elección tiene claro que no se puede tener políticas monetarias y fiscales muy irresponsables", refirió el jefe de banco.

La economía de Perú podría recuperarse este año y crecer en torno al 4 por ciento, pero por ahora no vería tasas altas como las vistas antes de la crisis financiera mundial del 2008.