El Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que la deuda pública a nivel global alcanzará en 2020 el 101,5% del PIB, frente al 82,8% contabilizado en 2019, para proseguir su escalada el próximo año, cuando se espera que alcance un nuevo récord en términos relativos del 103,2% del PIB.
El esfuerzo fiscal de los gobiernos para paliar el impacto de la pandemia de Covid-19, sumado a la profunda caída de la actividad provocado por la Gran Reclusión elevará por primera vez la ratio de deuda pública global por encima del umbral del 100% del PIB, según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
De este modo, la institución internacional calcula que la deuda pública a nivel global alcanzará en 2020 el 101,5% del PIB, frente al 82,8% contabilizado en 2019, para proseguir su escalada el próximo año, cuando se espera que alcance un nuevo récord en términos relativos del 103,2% del PIB.
Este incremento de 18,7 puntos porcentuales de la ratio de endeudamiento público esperado para 2020 supera ampliamente el aumento de 10,5 puntos porcentuales registrado en 2009 en respuesta al impacto de la Gran Recesion provocada por la crisis financiera mundial.
En el caso de las economías desarrolladas, la deuda pública escalará en 2020 al 131,2% del PIB desde el 105,2% del año pasado y subirá al 132,3% en 2021. En concreto, la deuda de EEUU alcanzaría el 141,4% del PIB este año y el 146,1% en 2021, mientras que en la zona euro subiría al 105,1% en 2020, aunque se reduciría al 103% un año después.
De su lado, el FMI estima un fuerte incremento del déficit mundial, hasta un promedio del 13,9% del PIB en 2020, frente al 3,9% de 2019, como consecuencia de las medidas adoptadas, así como por el efecto de los estabilizadores automáticos en materia tributaria y de protección social para mitigar la pérdida de ingresos de las familias durante la recesión. Para 2021, este desequilibrio presupuestario negativo se reduciría al 8,2% del PIB.
En este sentido, la entidad advierte de que los ingresos gubernamentales caerán este año en promedio 2,5 puntos porcentuales más que el PIB como consecuencia de las menores rentas de las familias e ingresos de las empresas, además de que la recaudación podría ser incluso inferior en el caso de que no se recuperasen completamente los aplazamientos de impuestos concedidos.
La trayectoria de la deuda y el déficit está sujeta a una alta incertidumbre y podría derivar en un escenario adverso si la actividad económica se viera frenada por un resurgimiento de infecciones, mientras que en el caso de hallarse una vacuna efectiva contra el virus el deterioro de las cuentas públicas sería menor ante la restauración de la confianza.
Entre los países analizados, el déficit previsto por el FMI alcanzaría el 23,8% del PIB en 2020 en EEUU, mientras que en la zona euro sería del 11,7%, con España a la cabeza con un déficit del 13,9%, por delante del 13,6% estimado para Francia y del 12,7% de Italia.
Respuesta de US$11 billones. Desde el pasado mes de abril, cuando el FMI publicó sus 'Perspectivas Económicas Mundiales', más de dos terceras partes de los gobiernos de todo el mundo han tomado más medidas fiscales para contener el impacto de la pandemia social y económico, elevando así el importe agregado de la respuesta fiscal a unos US$11 billones desde los US$8 billones estimados en abril.
La mitad de estas medidas, unos US$5,4 billones, corresponden a los gastos adicionales e ingresos perdidos, que afectan directamente los presupuestos gubernamentales, mientras que la otra mitad serían medidas de apoyo de liquidez, como préstamos, inyecciones de capital y garantías, incluso a través de bancos y empresas estatales, que ayudan a mantener los flujos de efectivo y limitar las quiebras, pero pueden elevar la deuda y los déficits del Gobierno en el futuro si incurren en pérdidas.
"Estas medidas han ayudado a salvar vidas, proteger los medios de vida y preservar el empleo y las relaciones comerciales", ha destacado el FMI.