El programa, PMJDY en sus siglas en hindi, contribuirá además a reducir la dependencia de estas personas de prestamistas ajenos al sistema bancario, que cobran altos intereses, y a luchar contra la corrupción en el pago de ayudas sociales en metálico.
Nueva Delhi. El gobierno indio presenta este jueves un ambicioso plan para facilitar a 75 millones de familias pobres el acceso a cuentas bancarias hasta 2018, con el fin de incluir a los más desfavorecidos en el sistema financiero.
El programa, PMJDY en sus siglas en hindi, contribuirá además a reducir la dependencia de estas personas de prestamistas ajenos al sistema bancario, que cobran altos intereses, y a luchar contra la corrupción en el pago de ayudas sociales en metálico.
El primer ministro, Narendra Modi, preside la presentación de un proyecto cuyo objetivo es alcanzar los 10 millones de cuentas corrientes en la inauguración del plan, que se presenta de forma simultánea con actos en todos los distritos del país.
El gobierno llevó a cabo previamente una campaña de concienciación ciudadana para inculcar las ventajas del sistema oficial frente al riesgo que conlleva recurrir a prestamistas ilegales, que se aprovechan de las necesidades urgentes de los pobres, según informa el Ejecutivo del país asiático.
Las cuentas corrientes van acompañadas de tarjetas de crédito que incluyen un seguro de accidentes por 100.000 rupias (1.252 euros o US$1.654).
Los titulares podrán acceder además a pensiones y disponer de un descubierto de hasta 5.000 rupias (62,5 euros u US$83), a los seis meses de abrir la cuenta.
El programa está previsto en dos fases, la primera hasta mitad de agosto de 2015 y la segunda hasta esa misma fecha de 2018, y cuenta con el apoyo de bancos estatales y privados.
El gobierno es consciente de la dificultad de aplicar el plan en zonas rurales, montañosas y tribales, por lo que prevé la instalación en estas áreas de unos 50.000 agentes financieros, al menos 20.000 cajeros automáticos y más de 7.000 oficinas bancarias.
Otro de los retos es mejorar la conexión a Internet, ya que solo unas 50.000 de las casi 600.000 aldeas del país disponen de ella, y facilitar a personas sin recursos los documentos necesarios que exigen los bancos, ya que muchas de ellas son indocumentadas.
El 23% de los 1.250 millones de habitantes de la India son considerados pobres, según datos del Banco Mundial, que estima la renta per cápita del gigante asiático en US$1.570.