"Ahora hay una franca desaceleración del crecimiento en la región que sin duda impactará en los mercados laborales", enfatizó el director general de la OIT, Guy Ryder.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) comenzó este lunes en Lima su 18 Reunión Regional con una invocación para que los países americanos tomen medidas para atenuar el impacto que tendrá en el empleo la desaceleración económica que afecta al continente.
La cita, que reúne a unos 400 delegados y participantes de 70 países, fue inaugurada por el presidente de Perú, Ollanta Humala, y por el director general de la OIT, Guy Ryder.
"Ahora hay una franca desaceleración del crecimiento en la región que sin duda impactará en los mercados laborales", enfatizó Ryder tras asegurar que este encuentro se celebra "en un escenario complejo".
Invocó, en ese sentido, a los países a "actuar de medida muy decidida" para afrontar los problemas que generará la desaceleración y remarcó que la OIT "promueve decididamente un crecimiento económico con inclusión social, con igualdad y con justicia social".
En una rueda de prensa previa a la inauguración de la cita, Ryder había afirmado que América sigue siendo la región más desigual del planeta y que su gran desafío es reducir la tasa de informalidad laboral, que sigue siendo "muy alta".
"El promedio de la tasa de informalidad en las Américas es de casi un 47 %. Ha bajado, pero sigue siendo elevada", remarcó el director general antes de decir que "el desafío de la formalización del trabajo en la región tiene que ser una prioridad".
Según Ryder, "con estas tasas de informalidad no es una sorpresa que las Américas sea aún la región más desigualdad del planeta".
El representante destacó, sin embargo, que se han producido avances en materia de empleo, en lucha contra la pobreza y en promoción de los derechos fundamentales de los trabajadores, en especial en la lucha contra el trabajo infantil.
"En momentos en que se habla mucho en la región, y más allá, de la necesidad de reformas estructurales, de mejorar la productividad y competitividad de nuestras economías, es importante entender que el diálogo entre gobiernos, empresarios y trabajadores es una herramienta, y no un obstáculo, para fomentar mejoras en estos campos", enfatizó.
El presidente Humala incidió, por su parte, en la "responsabilidad ética" que tienen los Estados de establecer las condiciones adecuadas para la creación de trabajo decente.
Señaló que su gestión cree que "el crecimiento inclusivo requiere de la creación de empleo digno, de la protección social y de mejores ingresos" para los trabajadores.
Humala consideró "un honor" la celebración de la cita de la OIT en Lima y dijo que Perú la acoge "como una expresión de firme compromiso con los objetivos que animan a esta organización".
"Hoy más que nunca tenemos la necesidad de desarrollar, junto a trabajadores y empleadores, una alternativa para modificar la relación entre el Estado y la sociedad civil", enfatizó.
El gobernante consideró que esto permitirá combatir males "producto de la desigualdad y la exclusión".
La OIT remarcó que está reunión es el encuentro más importante del mundo del trabajo en el continente, y convoca a ministros y delegados de gobiernos, así como a representantes empresariales y sindicales de América.
Durante la cita se evaluarán los avances y los cambios en la situación del trabajo en América desde la anterior reunión regional, que se celebró en 2010 en Santiago de Chile.
También se celebrarán dos sesiones especiales de diálogo con personalidades invitadas sobre los temas de "Desarrollo sostenible con trabajo decente, productividad e inclusión social" y "Camino a la equidad: de la informalidad a la formalidad".
En la inauguración del encuentro también participaron el ministro peruano de Trabajo, Fredy Otárola; y la directora regional de la OIT, Elizabeth Tinoco.