El Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Discriminación contra la Mujer llamó al Gobierno de Perú a realizar más esfuerzos por combatir la discriminación de género y la violencia, el machismo y el racismo que sufren las mujeres peruanas.
El 70% de las mujeres con empleo en Perú trabaja en el sector informal, sin que pueda gozar de ningún beneficio laboral, alertó esta semana en Lima el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Discriminación contra la Mujer.
La delegación de la ONU presentó en una conferencia las conclusiones y recomendaciones preliminares del informe que entregará en junio de 2015 al Consejo de Derechos Humanos, como resultado de su misión oficial en Perú, realizada esta semana entre el 11 y el 19 de septiembre.
El grupo está presidido por la relatora británico-israelí Frances Raday, la costarricense Alda Facio, la indonesia Kamala Chandrakirana, la tunecina Emna Aouij y la polaca Eleonora Zielinska, quienes visitaron Lima y Ayacucho para reunirse con representantes del Gobierno peruano y agentes sociales.
Entre sus primeras recomendaciones al Gobierno de Perú está realizar más esfuerzos por combatir la discriminación de género y la violencia, el machismo y el racismo que sufren las mujeres peruanas, así como la mejora en el acceso a la Justicia y la correcta reparación del daño sufrido por las mujeres en la guerra interna entre 1980 y 2000.
"En la última década, el país experimentó un rápido y sostenido crecimiento económico y reducción de la pobreza, pero esto no ha traído oportunidades de trabajo decente para la mayoría de los peruanos, con las mujeres particularmente afectadas por la precariedad del empleo", lamentó Facio.
La experta reiteró que siete de cada diez mujeres que trabajan "están empleadas en el sector informal, sin seguridad social, vacaciones anuales, licencia por maternidad, permisos por lactancia, cobertura de salud ni pensiones de jubilación".
El Grupo de Trabajo de Naciones Unidas consideró que Perú ha hecho un "esfuerzo considerable en los últimos años" para proteger los derechos de la mujer, pero sus integrantes notificaron que, "incluso en el trabajo doméstico", las mujeres son más vulnerables a discriminaciones en el salario mínimo y horarios de trabajo.
Además, las relatoras lamentaron que la violencia está prácticamente en todos los ámbitos de la vida, "incluyendo el hogar, la escuela, el trabajo y los espacios públicos".
Los testimonios recogidos por las expertas durante su misión reportaron "un aumento de la violencia sexual y la trata de niñas", provocada por las industrias extractivas", que conlleva "un daño en su patrimonio cultural".
"Muchas de las mujeres con las que hablamos, en especial las mujeres rurales e indígenas, se enfrentan a enormes obstáculos en la búsqueda de justicia debido al alto costo, las barreras del idioma, la falta de familiaridad con sus derechos y la desconfianza en el poder judicial y la Policía", indicaron.
Las integrantes de la delegación de la ONU también incidieron en la alta tasa de embarazo adolescente que registra Perú, un país donde "las jóvenes tienen prohibido obtener anticonceptivos si no van acompañadas por un tutor".
"Hacemos un llamamiento al Gobierno para garantizar la educación sexual desde una edad temprana en todas las escuelas y el acceso a los anticonceptivos para prevenir el embarazo adolescente y evitar abortos inseguros e ilegales, criminalizados por ley", añadieron.
Tampoco pasaron por alto el "número alarmante de esterilizaciones forzadas" que el Gobierno de Alberto Fujimori hizo en la década de 1990 como una forma de control de la natalidad para las mujeres pobres, "sin compensación o proceso judicial".