Lagarde, que tiene el apoyo de la Unión Europea, Egipto y un puñado de países más pequeños como Georgia y Mauricio, obtuvo el respaldo personal de su homólogo en Yakarta.
Yakarta, Cairo. La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, aumentó su ventaja en la carrera para convertirse en la próxima jefa del FMI este domingo al obtener el apoyo público de la primera gran economía emergente, Indonesia.
El desafío de última hora impuesto por la presentación de la candidatura de Stanley Fischer, que fue anunciada este sábado, parece ser de naturaleza simbólica y el ministro de finanzas del país reconoció que era una apuesta de largo plazo.
Lagarde, que tiene el apoyo de la Unión Europea, Egipto y un puñado de países más pequeños como Georgia y Mauricio, obtuvo el respaldo personal de su homólogo en Yakarta.
"Personalmente, apoyo a Francia", dijo el ministro de Finanzas indonesio, Agus Martowardojo, en el marco de un evento del Foro Económico Mundial en Yakarta.
"Es una persona muy profesional. Es inteligente en interactuar entre instituciones y tiene una alta integridad y capacidades", agregó, luego de haberse reunido con Lagarde durante su visita a Indonesia en febrero.
Indonesia no se había pronunciado antes sobre la campaña para el máximo cargo del Fondo Monetario Internacional, en momentos en que naciones del sudeste asiático y otros mercados emergentes discutían la posibilidad de presentar un candidato propio al puesto, tradicionalmente ocupado por un europeo.
Muchos de los grandes países en vías de desarrollo han sido críticos con respecto a la larga tradición no escrita de que el FMI sea encabezado por un europeo.
Sin embargo, estos mercados tampoco habían apoyado la candidatura del gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, el único contendiente de un país en desarrollo hasta la irrupción de Fischer.
La ministra francesa dijo este domingo que había recibido un apoyo "muy positivo" del gobierno de Egipto para convertirse en jefa del fondo, luego de reunirse con el ministro de Finanzas y el ministro de Relaciones Exteriores de ese país.
Este domingo, la candidata francesa también recibió el respaldo de los Emiratos Arabes Unidos.
La sorpresiva estrategia de Fischer. Fischer dijo este sábado que competiría por el puesto el FMI, luego de que el francés Dominique Strauss-Kahn renunciara en mayo por acusaciones de intento de violación contra una mucama de un hotel neoyorquino. Strauss-Kahn negó los cargos.
Fischer es popular en Estados Unidos, pero podría no caer tan bien en Asia, donde sigue estando asociado a algunas de las fuertes políticas de libre mercado aprobadas por el FMI para combatir la crisis financiera de la región a fines de la década de 1990.
La entrada de Fischer, quien fue subdirector gerente del FMI y vicepresidente del Citigroup, llegó como una sorpresa. Sin embargo, su presentación obligaría al FMI a cambiar la regla que estipula que los candidatos deben tener 65 años o menos.
El ministro de Finanzas israelí admitió que las posibilidades de Fischer no eran altas debido a asuntos políticos y también a su edad.
Fischer nació en Zambia y tiene nacionalidad israelí y estadounidense, lo que podría molestar a los países árabes.
Además el perfil de Fischer podría ser cuestionado en Asia, donde se le asocia con estrictas políticas de libre mercado que el FMI forzó a que la región adoptara en en los 1990 a cambio de ayuda por la crisis financiera sufrida aquella década.
Las economías emergentes de India, China, Brasil, Sudáfrica y Rusia llamaron a terminar con el poder de Europa en el máximo puesto del fondo. No obstante, ninguno de esos países presentó candidatos ni ha apoyado explícitamente a Carstens.