Alrededor de 16 meses y una cuantiosa inversión le costó a la Bolsa de Valores de Colombia adaptarse a las normas contables internacionales.
La cifra, a primera vista, es escandalosa: en el primer trimestre del año los activos de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) se redujeron en $2.170 millones. Un comportamiento que no sólo indicaría una alarma en la operación, sino que empujaría a muchos inversionistas a vender, casi de inmediato, sus acciones.
Pero esos números no alteran la calma de Juan Pablo Córdoba, su presidente: “Es un comportamiento normal que se explica por el cambio de contabilidad de las normas colombianas, conocidas como Colgaap, y las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) que, en nuestro caso, regirán a partir de diciembre de 2015”.
Ese cambio contable supone que el cálculo de diversos ítems cambie de acuerdo con la nueva metodología, reconocida internacionalmente, que permite realizar comparaciones más precisas con ejercicios anteriores y consolida la transparencia de una compañía de cara a los accionistas y futuros inversionistas.
Entre dichos cambios se encuentra el de los dividendos, que en lugar de calcularse anualmente en marzo se contarán mes a mes. O, precisamente, en la valoración de ciertos activos como los edificios, cuya vida útil deja de depreciarse, en ciertos casos, en 20 años para hacerlo en 50.
Este nuevo lenguaje contable se estableció en Colombia con la Ley 1314 de 2009, la cual divide a las empresas en tres grupos y establece plazos concretos para que comiencen a generar sus balances contables bajo la reglamentación NIIF. La mayor urgencia la viven las empresas de las categorías uno (emisores de valores, entidades de interés público y aquellas con activos superiores a 30.000 salarios mínimos) y tres (microempresas con activos por más de 500 salarios mínimos), que en diciembre de 2015 deben emitir su primer balance.
Para la segunda (firmas con activos entre 501 y 29.999 salarios mínimos), la fecha límite es diciembre de 2016.
La gran dificultad es que esos cálculos deberán contar con el comparativo anual de la operación, por lo cual se deben implementar, como mínimo, con un año de anterioridad. Ese proceso implica, además de actualizar la plataforma tecnológica contable y certificar cada uno de los procesos, capacitar a todos sus trabajadores contables y financieros. Es un paso que toma tanto tiempo (mínimo un año) como considerables inversiones.
En el caso de la BVC, la cuantía de este paso, uno de los requisitos reconocidos globalmente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se guarda bajo llave, pero se reconoce como “relevante”. “Fue un proceso que nos tomó alrededor de 16 meses y supuso la suma de nuevos integrantes especializados a nuestro equipo de trabajo”, explica Córdoba.
Bajo los nuevos estándares de la NIIF, la BVC obtuvo ingresos de $24.329 millones en el primer trimestre del año, lo que supone un aumento del 10% frente a los registrados en el período anterior. Asimismo sus gastos, de $11.927 millones, se redujeron en 9% durante el período descrito, mientras que su Ebitda se fortaleció en un 41%, al ubicarse en $10.523 millones. En total, sus resultados crecieron en un 25%.
A final de cuentas, ese pequeño revés de los activos resultó en una anécdota más del ejercicio financiero de una firma como la BVC, con 18,6 millones de acciones en el mercado (su preció por título cerró ayer en $20,80) y una capitalización bursátil que supera los $390.000 millones. Pero es muy probable que historias similares, con ajustes entre 10 y 12%, se presenten en compañías como multinacionales con fábricas y operaciones en toda la región.
“La clave es la transparencia. Si bien resultados de este tipo pueden presentarse, debe haber una explicación técnica por parte del Emisor que ponga la situación en contexto y evite el pánico entre inversionistas”, concluye Córdoba.
Lo que sí debería generar pánico entre los ejecutivos es el cálculo, con datos de 2013, de que el 80% de las empresas colombianas no cumplan con los requisitos NIIF para diciembre de 2016.
Marzo, un mes esperanzador
El tercer mes del año ha sido, hasta el momento, la mejor noticia para quienes invierten en el país: según las cifras de la BVC, en marzo se rompió la tendencia de bajos niveles de negociaciones por cuenta del nerviosismo mundial. El volumen de negocios fue de $146 billones en marzo, un aumento del 37% frente a los $116 billones registrados en febrero.
Sin embargo, el resultado no es suficiente para contrarrestar el nerviosismo del último año, generado por la reducción del estímulo monetario de la Reserva Federal en EE.UU. En el primer trimestre, el mercado registró negocios por $384 billones, lo que supone una caída de 15% frente a los $454 billones en el mismo periodo de 2013.