El país ibérico, que durante años ha realizado en Latinoamérica una oleada de inversiones, mira ahora hacia sus antiguas colonias en busca de fórmulas empresariales que resuciten su economía en recesión.
España confía en que las relaciones económicas con una próspera Latinoamérica permitan amortiguar los golpes de la grave crisis que atraviesa, en medio del vendaval que azota a la zona euro.
Las previsiones que presentó este viernes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en la XXII Cumbre Iberoamericana muestran un crecimiento para Latinoamérica de 3,2% en 2012 y de 4% en 2013, que contrastan con el panorama recesivo en España.
"Se ha coincidido en que Latinoamérica es una oportunidad muy importante (para salir de la crisis)", dijo ante la prensa el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, en el marco de una Cumbre Iberoamericana muy descafeinada por la ausencia de, entre otros, los máximos mandatarios de Argentina y Venezuela.
"España y Portugal somos los amigos privilegiados para América Latina", dijo Margallo en referencia a los vínculos lingüísticos, culturales e históricos que unen a la Península Ibérica con la región.
España, que durante años ha realizado en Latinoamérica una oleada de inversiones popularmente conocidas en la región como "segunda reconquista" -es el segundo inversor en la región- mira ahora hacia sus antiguas colonias en busca de fórmulas empresariales que resuciten su economía en recesión.
En un discurso de inauguración del encuentro iberoamericano, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, coincidió con en señalar la oportunidad que ofrecen los países iberoamericanos, señalando que "más Latinoamérica en Europa y España es una receta" para afrontar los desafíos actuales.
Más allá de la retórica. Margallo, que insistió en que la intención del Gobierno español es que las reuniones y conferencias de la cumbre no se queden en pura "retórica", dijo que la necesidad de mejores infraestructuras en Latinoamérica ofrece muchas posibilidades a los grupos españoles.
"Se ha aludido al desarrollo de las infraestructuras en Latinoamérica... las empresas españolas pueden jugar un papel muy importante", dijo.
Los problemas de España y Portugal, en contraste con la pujanza latinoamericana, han dado algo de contenido a una cumbre que -aparte de algún momento estelar como el ya famoso "¿Por qué no te callas?" del Rey español al presidente venezolano Hugo Chávez- por lo general ha dado pocos frutos y que con toda probabilidad se celebre en el futuro bienal y no anualmente.
Latinoamérica, con potentes economías emergentes como Brasil y México, ha servido también en estos últimos años a las empresas españolas como colchón de ingresos para compensar el descenso de la actividad en España.
El año pasado, sólo las empresas españolas integradas en el principal índice bursátil español facturaron unos 115.000 millones de euros en Latinoamérica, es decir uno de cada 4 euros de su cifra de negocio global, y entre ellos figuran grupos de infraestructuras y servicios básicos como Abertis, FCC, Sacyr, Abengoa, Gas Natural Iberdrola y Endesa, aparte de los gigantes Telefónica, Repsol, Santander y BBVA.
Especialmente importante para España es Brasil -sexta economía mundial-, donde España, que ya es el segundo mayor inversor extranjero del país, quiere aprovechar los proyectos de infraestructuras que necesita el país para organizar el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
Ello ha llevado a España a hacer todos los esfuerzos posibles para contar en la reunión iberoamericana con la presidenta Dilma Rousseff, que visitará Madrid tras la cumbre.
En una entrevista con la revista brasileña Epoca Negocios, el presidente español Mariano Rajoy dijo que quería "más Brasil en España y más España en Brasil".
Riesgo soberano sale caro a empresas. Las empresas españolas están pagando caro el deterioro de la marca España a la hora de acceder a financiación, pero además podrían sufrir por este motivo al competir para obtener concesiones en el mercado latino.
"Hay muchos grandes grupos de infraestructuras que tendrán que olvidarse de grandes adjudicaciones por un tiempo debido a problemas específicos de deuda y financiación, pero también por cuestiones de rating soberano y perspectivas en España", dijo Flemming Barton, analista de CM Capital Markets en Madrid.
"Es lógico que los gobiernos (latinoamericanos) se lo piensen dos veces a la hora de dar concesiones, sobre todo las consideradas estratégicas como carreteras o aeropuertos, o dar servicios básicos como el agua a empresas en las que se percibe debilidad, riesgos o alta deuda, ya que pueden tener que acabar interviniéndolas y adjudicándolas otras vez", añadió el analista.
Por otra parte, los empresarios españoles pueden percibir cierto riesgo de sus inversiones en algunos países latinoamericanos tras la reciente expropiación de la inversión de la española Repsol en Argentina, lo que Margallo reconoció de manera indirecta al pedir "seguridad jurídica" para las inversiones españolas, sin mencionar a la petrolera.
En este sentido, el canciller español dijo que se había firmado un acuerdo entre 70 entidades privadas a ambos lados del Atlántico para utilizar la mediación y el arbitraje como instrumento de solución de conflictos.
Más I+D y pymes "para no ser empleados de los coreanos". Otro de los focos de la cumbre fue el apoyo a las pymes, que suponen una parte central de la economía en España -95% del tejido empresarial- y Latinoamérica -99% de las empresas y 67% del total de empleados.
En este sentido, el mexicano Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, reconoció que Latinoamérica tenía un déficit de capital humano, infraestructuras, I+D, educación y tecnología que la inversión de las pequeñas y medianas empresas españolas podría contribuir a paliar.
"Si no corregimos el rumbo, nos vamos a hacer todos empleados de los coreanos", dijo Gurría, señalando que mientras Latinoamérica invierte un 0,6 por ciento en I+D en Corea del Sur el porcentaje es superior al 3 por ciento.
Margallo también instó a una mayor colaboración empresarial transoceánica, indicando que España puede servir de plataforma a las empresas latinoamericanas para invertir en el norte de África y apuntando la necesidad de crear alianzas de empresas españolas y latinoamericanas para canalizar los capitales "de los países exportadores, países con reservas".
"Siempre hemos creído que la mejor fórmula para invertir allí es una joint venture entre empresas españolas y empresas de Latinoamérica", dijo el ministro.
Humo en los astilleros. Tan sólo dos días después de una huelga general en España contra las políticas de austeridad del Gobierno, trabajadores del astillero de la empresa pública Navantia en Cádiz protestaban contra la reducción de carga de trabajo, en una de las provincias más castigadas por el paro en España, con una tasa de desempleo de 36% en el tercer trimestre.
Varios centenares de trabajadores llegaron a cortar durante varios minutos el tráfico del puente de Carranza, tras lo cual fueron dispersados con bolas de goma y gases lacrimógenos por el fuerte dispositivo policial.