Se necesitarán US$8.000 millones anuales para amortizar el "grave endeudamiento" que "heredó" de Rafael Correa, dijo el mandatario. Agregó que aplicará medidas para contener el gasto e impulsar la inversión.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, admitió hoy que la situación económica del país es "crítica" y que se necesitarán 8.000 millones de dólares anuales para amortizar la deuda que "heredó" al llegar al poder en mayo pasado, por lo que aplicará medidas para contener el gasto e impulsar la inversión.
"En mayo de este año la deuda pública histórica del país, que incluye los Gobiernos locales, alcanzó un monto agregado de los US$41.893 millones", dijo Moreno en un discurso a la nación transmitido por televisión.
Según el mandatario, esa cifra no incluye otras obligaciones que en su conjunto reflejan un "grave endeudamiento" y un "grave escenario".
"Existen otros pasivos del Estado como operaciones de corto plazo, pasivos de empresas petroleras, ventas anticipadas de hidrocarburos que, entre otras, suman un monto aproximado de US$8.000 millones adicionales".
"Además, registramos contingentes que hoy no son deuda, pero que podrían transformarse en obligaciones de pago, que suman US$4.367 millones", señaló al hacer una análisis del endeudamiento nacional que ha heredado de su correligionario y predecesor, Rafael Correa.
En un acto de transparencia demandado por la legislación local y que contrasta con las afirmaciones de Correa en su momento de que el país se mantenía dentro de los límites de endeudamiento tolerado por la ley (40 % del PIB), Moreno también incluyó la demanda de la Contraloría General del Estado de que se registren como tal los US$2.528 millones que se le deben al organismo nacional de seguridad social IESS.
Cadena nacional. En su discurso, de nueve minutos de duración y transmitido por todas las cadenas de televisión locales, no dudó en calificar la situación como "crítica" porque "desde hace dos años el país enfrenta condiciones difíciles producto de la reducción del precio del petróleo y de los bajos precios de las materias primas".
También lo atribuyó a "la apreciación del dólar" y a los "efectos devastadores del terremoto de 2016", que causó cientos de víctimas y daños materiales de alrededor de 3.500 millones de dólares.
"Al no contar con recursos líquidos suficientes, se recurrió a financiamiento externo e interno. Al entrar en una situación económica compleja, las decisiones que se tomaron no fueron debidamente mesuradas y se puso al límite la sostenibilidad de nuestra economía", afirmó en una nota de crítica al Gobierno anterior.
Pero dentro de su conocido optimismo, instó a "mirar hacia delante" para "superar la crisis económica" y hacerlo "asumiendo responsabilidades".
"Todos juntos, ciudadanos, empresarios y Gobierno, vamos a sostener la dolarización, generar trabajo y empleo digno, erradicar la pobreza extrema, reducir la desigualdad, generar equidad y justicia social, e impulsar el desarrollo económico y social. ¡Todos debemos poner de nuestra parte!", sostuvo antes de presentar su presupuesto de combate para 2017.
La llamada Proforma del Presupuesto General del Estado, que hoy presentó a la ciudadanía, buscará "mejorar las condiciones de financiamiento, generar mayores ingresos, aumentar las exportaciones, el ingreso de dólares a la economía y fomentar la inversión privada".
Una estrategia que tratará de dinamizar el alicaído sector de la construcción, incentivar la inversión y el ingreso de divisas, impulsar el uso de medios de pago digitales (el llamado localmente "dinero electrónico"), e incluye medidas de austeridad del gasto público, optimización del uso de los recursos del Estado y la priorización de la inversión pública hacia lo estrictamente necesario.
"En el mes de septiembre anunciaremos al país el programa económico completo que nos regirá los próximos años, cumpliendo con los plazos que establece la ley", aseguró.