"Estamos dispuestos a tomar medidas concretas para ayudar a Portugal a lidiar con la crisis financiera global", dijo Hu Jintao.
Lisboa. El presidente de China, Hu Jintao, dijo este domingo que su país respaldará los esfuerzos de Portugal para encarar la crisis financiera, pero no se comprometió a comprar deuda portuguesa, tal como lo esperaba el país europeo.
"Estamos dispuestos a tomar medidas concretas para ayudar a Portugal a lidiar con la crisis financiera global", dijo luego de reunirse con el primer ministro portugués, José Sócrates, sin dar más detalles.
El mes pasado, el primer ministro chino, Wen Jiabao, prometió comprar bonos soberanos griegos cuando Atenas regrese a los mercados, en una muestra de apoyo para el país cuyo endeudamiento empujó a la zona euro hacia una crisis y requirió de un rescate internacional.
Portugal, que a diferencia de Grecia todavía vende bonos en los mercados financieros aunque a un alto costo, esperaba una promesa similar en momentos en que intenta aliviar las preocupaciones de los inversores sobre su capacidad para recortar un alto déficit fiscal y reducir la enorme deuda.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Fu Ying, quien es parte de la delegación china que visita Europa, dijo el sábado a Reuters que Pekín seguía comprometida con invertir en bonos europeos y estaba dispuesta a dar una mano a Portugal.
El gobierno chino enfrenta críticas en casa por las pérdidas en que incurrieron entidades estatales durante la crisis mundial.
Sin embargo, Pekín podría considerar que usar parte de sus enormes reservas en monedas extranjeras para dar soporte a atribulados países europeos ayudaría a desviar críticas internacionales sobre sus políticas comerciales y su rechazo a permitir que su moneda, el yuan, se aprecie con fuerza.
Portugal y China también firmaron varios tratados de cooperación en áreas tales como servicios financieros, logística, energía renovable y turismo, y acordaron trabajar para duplicar su comercio bilateral para el 2015.
Hu también afirmó que alentará a compañías chinas a invertir en Portugal, mientras que China también quiere que firmas portuguesas vendan más bienes en el país más poblado del mundo.