Antonis Samaras, líder de Nueva Democracia, uno de los tres partidos de la nueva coalición de unidad nacional que busca evitar un desastroso incumplimiento de pagos en Atenas, afirmó que no hay necesidad de ofrecer una garantía escrita debido a que puede confiarse en su palabra.
Atenas. Los acreedores griegos no lograron persuadir este sábado al líder del principal partido conservador del país para que firmara una solicitud destinada a respaldar las medidas de austeridad bajo un acuerdo de rescate que busca salvar a Grecia de la crisis financiera.
Antonis Samaras, líder de Nueva Democracia, uno de los tres partidos de la nueva coalición de unidad nacional que busca evitar un desastroso incumplimiento de pagos en Atenas, afirmó que no hay necesidad de ofrecer una garantía escrita debido a que puede confiarse en su palabra.
Pero los acreedores internacionales, cansados del fracaso de Grecia en el cumplimiento de sus metas fiscales durante los dos años de crisis en Europa, insisten en una declaración escrita dado que temen que sus políticos intenten escapar de sus compromisos, en especial con la posibilidad de que se convoque a elecciones en febrero.
Los representantes de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, agrupados en la llamada "troika" que supervisa el cumplimiento de los acuerdos de rescate por parte de Grecia, discutieron el tema con Samaras el sábado en Atenas.
"Respecto a la discusión que tuvimos con la troika y en especial sobre la declaración escrita, les reiteré mi posición en este asunto", dijo Samaras a la prensa tras las conversaciones.
Samaras, un economista educado en Harvard conocido por su encendida retórica, dijo que Nueva Democracia ha demostrado su compromiso con los términos del plan de rescate al respaldar la coalición liderada por el tecnócrata primer ministro Lucas Papademos y su nuevo presupuesto.
La coalición de Papademos, que se compone por Nueva Democracia, los socialistas del ex líder George Papandreou y del partido de extrema derecha LAOS, ganó el miércoles un voto de confianza legislativo y presentó el viernes el borrador de un presupuesto al Parlamento.
La postura de Samaras podría poner en riesgo el próximo tramo de ayuda para Grecia que asciende a 8.000 millones de euros (US$11.000 millones), el cual requiere a mediados de diciembre para cubrir el pago de sus cuentas. Un atraso representaría un incumplimiento de pagos.
Rescate. El nuevo rescate negociado el mes pasado contempla 130.000 millones de euros más para mantener financiado al país de 11 millones de habitantes hasta el 2014.
Analistas políticos dijeron que esperaban que se llegara a algún compromiso para poner fin a la disputa.
"De un modo u otro habrá un modo de circunvalar este problema. Creo que habrá una solución que no forzará a Samaras a entregar un compromiso por escrito y será pronto", dijo a Reuters el jefe de la encuestadora ALCO, Costas Panadopoulos.
Los problemas de deuda de Grecia en los últimos dos años se han convertido en una grave crisis europea que amenaza la supervivencia del euro y la estabilidad de la economía global.
El borrador de presupuesto del nuevo gabinete, que se espera que sea aprobado en las próximas semanas, prevé un quinto año de recesión.
Sin embargo, ese borrador también incluye un plan para convencer a los acreedores privados de Grecia de aceptar una pérdida del 50% de sus tenencias de bonos, que podría recortar el déficit presupuestario en más de un tercio.