Se le está exigiendo a Italia que agilice sus reformas económicas con el objetivo de evitar problemas similares a los de Grecia.
Bruselas. Los líderes de la zona euro intensificaron este domingo la presión sobre Italia para que agilice sus reformas económicas y evite afrontar problemas similares a los de Grecia, al inicio de una cumbre de dos fechas convocada para abordar la crisis de deuda del bloque.
Los objetivos son lograr un acuerdo este miércoles para reducir la carga de deuda de Grecia, fortalecer a los bancos de la región, mejorar el liderazgo económico en la Unión Europea y maximizar el poder del fondo de rescate EFSF para evitar el contagio a otros países de la unión monetaria.
Antes de que los líderes de 27 naciones iniciaran negociaciones sobre un plan amplio destinado a controlar la crisis, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, sostuvieron una reunión privada con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijeron funcionarios.
Diplomáticos afirmaron que buscaban aumentar la presión sobre Roma para que implemente reformas estructurales al sistema de pensiones y el mercado laboral, a fin de apuntalar el potencial económico de Italia y dar seguridad a los inversores sobre su enorme carga de deuda, superada sólo por Grecia.
Una fuente del gobierno alemán dijo que Merkel y Sarkozy resaltaron "la urgente necesidad de pasos de reforma creíbles y concretos entre los Estados del área del euro", dado que sin ellos cualquier medida colectiva de la UE sería insuficiente.
Merkel advirtió este sábado en un discurso que si la deuda de Italia seguía en niveles del 120% de su PIB "entonces no importará cuán alto sea el muro de protección porque no ayudará a recuperar la confianza de los mercados".
Sombrío panorama. A su arribo este domingo a las sesiones de las UE y luego a las de la zona euro de 17 naciones, la líder de la economía más poderosa de Europa desestimó la expectativas de algún progreso este fin de semana, diciendo a los periodistas que las decisiones sólo serían tomadas este miércoles.
Antes de eso, Merkel debe garantizar el apoyo parlamentario de su coalición de centroderecha en Berlín para aplicar medidas impopulares en su intento por remediar el caos del bloque.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien encabeza el encuentro, describió un sombrío panorama de los desafíos económicos que afronta Europa en sus comentarios iniciales, citando el "lento crecimiento, el creciente desempleo, la presión sobre los bancos y los riesgos para los bonos soberanos".
"Nuestras reuniones de hoy y el miércoles son pasos importantes, quizás los más importantes de una serie de medidas para superar la crisis financiera, incluso si se necesitan más acciones", indicó.
Los ministros de Finanzas lograron progresos en sesiones preparatorias el viernes y el sábado, acordando liberar un tramo de ayuda de 8.000 millones de euros para Grecia y buscar una quita mayor de la deuda griega por parte de los acreedores privados, más allá del 21% aprobado en julio.
También lograron un preacuerdo sobre un plan para recapitalizar los bancos europeos, que según reguladores del sector ascendería a unos 100.000 millones de euros, a fin de ayudarles a lidiar con las pérdidas en bonos soberanos, aunque los detalles aún no han sido definidos.