La economista peruana, presidente del Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros, huele malas noticias, sin embargo, cree que capear la crisis en la región dependerá de "la capacidad que tengan los países para emprender políticas monetarias y fiscales contracíclicas".
La peruana Liliana Rojas Suárez dice que ha pasado su vida analizando crisis bancarias. Tiene una vista privilegiada para ello desde su posición como presidente del Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros (CLAAF, por sus siglas en inglés) y senior fellow del think tank Centro de Desarrollo Global, ambos con sede en Washington.
Mira con preocupación el posible impacto que la coyuntura global puede tener en América Latina. “Gran parte del margen fiscal de América Latina se ha gastado en contrarrestar los efectos de la crisis anterior y esta nos encuentra sin muchas herramientas para maniobrar”, dice en entrevista con Felipe Aldunate M., director editorial de AméricaEconomía.
-¿Cuáles son los escenarios posibles de esta crisis financiera?
-Son dos posibles. Uno malo y otro peor. El primero de ellos es que el sistema bancario en Europa no hace default, no hay quiebras. Digo Europa, pues es donde sería el shock más fuerte. No obstante, el mundo en este momento está en un proceso de deleveraging, está tratando de reducir sus deudas. Por tanto, va a haber una menor demanda agregada. En este escenario sin crisis, es un escenario de crecimiento muy lento del crecimiento del mundo exterior. En este escenario, América Latina la pasaría muy bien.
-¿Por qué?
-Si bien va a haber mucha volatilidad y mucha aversión al riesgo, en este escenario América Latina la va a pasar bien, pues apenas se confirme que este será el escenario definitivo, cuando se despejen las dudas de si va a haber o no crisis, el mundo va a decir ‘ah, ok, yo puedo seguir creciendo en América Latina’, se recuperarán los flujos de capitales y la región se seguirá beneficiando pues su crédito seguirá creciendo muy rápido. Al sistema bancario le va a ir muy bien, porque está súper capitalizado, sin huecos muy grandes.
-¿Este es el escenario con más probabilidades?
-Si estamos en este escenario o no, lo vamos a saber a mediados de noviembre en las reuniones del G20. Vamos a tener una pista ahora a fines de septiembre en que Alemania tiene que votar si sigue apoyando el fondo europeo para que compre más bonos de los países en deuda. Los países de la región están en hold en estos momentos esperando ver qué pasa, aunque la probabilidad de este escenario no obstante, que ya es baja, está disminuyendo por culpa de la inactividad en Europa. No hay un reconocimiento de que si explota Europa explota el resto del mundo también.
-¿Ése es el escenario peor?
-Sí, el escenario en que hay una quiebra, específicamente la quiebra de una gran institución europea. En este segundo escenario América Latina se va a ver afectada. Muy afectada.
-¿Qué tan afectada?
-En cada país será distinto dependiendo de dos variables. El grado de exposición a la crisis internacional y su capacidad para aplicar medidas para enfrentar el shock. Los países con mayor apertura comercial y especialmente, mayor apertura financiera, pues son los que sufrirán más de los cortes de líneas financieras que financian actividades como el comercio exterior. En las crisis no se puede separar finanzas de comercio pues la primera financia al segundo. Eso es en impacto. La siguiente pregunta es qué pueden hacer los países para enfrentar el impacto, qué tantas herramientas macro.
-El efecto de la crisis en cada país dependerá de la dureza del impacto y de la capacidad de gestionar ese impacto…
-Así es. Esas dos respuestas generan un indicador de resilencia. Este indicador cambia dependiendo de los países. Yo estoy mucho más preocupada de Brasil, porque todo esto va a depender de la capacidad que tengan los países para emprender políticas monetarias y fiscales contracíclicas.
-¿Estamos peor preparados que para la crisis generada por la quiebra de Lehman en 2008?
-Antes de Lehman, los países de América Latina tenían un superávit fiscal. Al menos todos los países más relevantes de la región. Así, les fue fácil expandir su balance, gastar y ayudar al tema bancario y sus créditos, como el Banco del Estado en chile o el Banco deo Brasil o el Bndes. Además los bancos centrales bajaron las tasas de interés justamente para apoyar a los países en su expansión del crédito. Hoy, en términos generales América Latina está relativamente más frágil de lo que estaba antes de la crisis de Lehman, es más débil su capacidad de respuesta. Y algunos más que otros.
-¿No podremos repetir la respuesta que tuvimos hace tres años?
-América Latina ha tenido mala suerte. Tras la crisis de Lehman hizo lo correcto: aumentó los déficit y bajó las tasas de interés. Luego empezó a salir del asunto empezó a subir la tasas de interés para normalizar y empezó a ajustar el déficit fiscal. Algunos lo hicieron rápido y bien, como Perú y Chile. Pero otros se demoraron mucho. Y entre ellos destaca Brasil. Y Colombia. A ambos los agarra la crisis con déficit fiscales importantes. Su capacidad de hacer política contracíclica ha disminuido. Varios la van a hacer y tendrán que hacerlas, pero muchos lo harán corriendo el riesgo de desestabilizar el sistema.
-Una mala gestión de Brasil puede afectar a toda América Latina, por como ha incrementado sus vínculos comerciales y financieros con la región…
-Eso es cierto, pero hay otras relaciones relevantes como China. Brasil tiene una alta exposición con Europa. Muchos países de América Latina tienen alta exposición a China. A Brasil y Chile le pueden afectar su alta exposición a Europa. Pero la pregunta correcta no es si vas a ser golpeado, sino que cuánto va a durar el golpe.
-¿Hay alguien que se salva?
-Si viene una crisis como la del segundo escenario golpea al mundo entero, nadie se escapa. Los únicos que se salvan son las economías africanas porque están más cerradas. Todo el resto está afectado. El tema es cuánto vas a caer y por cuánto tiempo.
-¿Y cuánto va a durar en América latina?
-América Latina está relativamente bien, aunque no tan bien como estaba en 2007. En algunos casos, como el caso de Brasil y Colombia, es porque tardaron demasiado en ajustar. Hay países que están más listos para la pelea que ellos.
-¿Qué ocurre en el caso de México?
-México está mejor de lo que estaba en 2007, pues entonces estaba muy mal. Hizo un esfuerzo muy grande de ajustar su situación fiscal. Además, debido a su cercana relación con Estados Unidos, y debido al lento crecimiento de este país, México ha tenido menos burbujas crediticias y ese tipo de problemas.
-Tuvo un ajuste automático…
-Claro, tuvo un ajuste automático, porque el vecino no le permitía hacer nada muy salvaje y ajustó se déficit bastante. Pero sigue en déficit y con todo, a México le pega duro también una posible crisis.
Otra cosa en tener en claro cuando comparas a México con Brasil. En México la tasas de interés se ha mantenido bajo el 3%, muy baja, con una inflación menor al 4%. La de Brasil está en torno al 13% pese a que la quieren bajar. Quieren bajar la inflación también. Ambos países comienzan en posiciones diferentes. Brasil ahora está apostando a que el escenario de crisis es el más probable y por eso está bajando la tasa de interés. No cree que vaya a haber más inflación, pues si pensaran eso tenderían a subir la tasa de interés. Creen que viene una deflación y por eso están apuntando a la baja de la tasa. Y los mercados también lo están percibiendo como el más débil, su moneda se está depreciando significativamente. Los mercados están diferenciando entre países y a Brasil lo están castigando más.
-¿Colombia está en la misma?
-En Colombia el problema va por la parte fiscal. El manejo monetario no me genera ningún problema. Tiene una inflación muy baja… El banco central de Colombia, como los de la mayor parte de América Latina, vienen haciendo bien su trabajo. Pero no siempre son acompañados de igual forma por la política fiscal. Si el mundo fuese un lugar tranquilo, la política fiscal de Colombia no sería problemática. Pero su déficit fiscal será de cerca del 4% del PIB para el 2011. En Chile y Perú en cambio tienen superávit.
-¿El sistema bancario latinoamericano será un amortiguador o un acelerador del impacto de una posible crisis?
-El factor más importante del sistema bancario es su capacidad o no de dar créditos. Eso es lo que hace que amortigüe o exacerbe el problema. Y su capacidad de dar créditos depende de cómo le está yendo a su cartera crediticia. Y en este momento las carteras crediticias de América Latina están bastante bien. Es difícil encontrar actualmente algún signo de que el crédito está mal. El problema es que, y esto es una cuestión endógena, si hay una disminución del crédito muy fuerte, muchos de los préstamos que eran buenos se vuelven malos automáticamente. Por eso es fundamental la capacidad de reacción de la política monetaria y fiscal. Un montón de cosas van a depender de lo que las autoridades pueden hacer.
-La política contracíclica y su efecto en el crédito…
-Exactamente. Su objetivo es controlar el efecto de una crisis en el crecimiento económico para que no dañe las carteras de crédito.
-¿Qué pasa con la deuda de los países?
-Otra cosa: el porcentaje de la deuda gubernamental sobre el producto… Hoy todo el mundo está histérico con el tema de la deuda; hay hartas diferencias en la región. En Chile es en torno al 8%. La de Brasil es 57%. La de Colombia es 40%. Perú va en el medio con 22%.
-Son números bajos, muy bajos si se compara con EE.UU. o Europa.
-Es cierto. Es así. Pero América Latina sólo se tiene a sí misma. El mundo no se preocupa por América Latina. Nadie va a venir a darle rescates a América Latina. Sólo contamos con los programas del Fondo. Y cuando te caíste completamente, bueno ahí vienen a rescatarte. Por eso aquí lo importante es cuántas reservas y cuánta deuda tienes para manejarte, y si tienes espacio para hacer política fiscal y monetaria para llevar a cabo una estrategia contracíclica. En eso se resume todo.
-¿Qué indicadores bancarios son los que hay que mirar con mayor atención?
-A mí no me convence los indicadores bancarios. Me he pasado la vida estudiando crisis bancarias. Y antes de las crisis no se ven los números mal. Lo que sí te puedo decir es que los países que tienen mayor fondeo local, es decir los países que tienen bancos que acceden a fuentes de financiamiento en el mercado doméstico, están mejor. Los bancos en América Latina, ya sean de propiedad local o extranjera, se fondean con depósitos locales. En los países de Europa del Este, por ejemplo, la mayor parte del fondeo es internacional. Y eso es para mí el indicador más importante. Es difícil de reconocer esto en todo caso, pues puede ser que un banco esté fondeado 100% con depósitos nacionales. Pero muchas veces las personas que fondean los bancos, dependen de créditos internacionales.
-Pero la rentabilidad enorme de los bancos al primer semestre de este año, habla de una banca mejor preparada para enfrentar la crisis.
-Claro que sí. Aunque si eso se traduce en mayores dividendos para los dueños, no capitalizaste y no te protegiste. La utilidad es un colchón que ayuda enfrentar los tiempos de crisis, pero hay que ver si es que se traduce en mayor capital o mayor efectivo para los accionistas.
-Difícil entonces…
-Los países más expuestos son aquellos que tienen sistemas financieros más complicados. Por eso Brasil está más complicado. Y es que mientras más complejo es tu sistema financiero, más expuesto vas a estar porque vienen una serie de interrelaciones entre activos que ni siquiera sabías que existían. Cuando uno mira los balances de lo empresas financieras de alta complejidad uno mira sus activos y sabes que muchos de ellos van a desaparecer. Por ello más importante es saber dónde te fondeas pues así sabes si es que en algún momento de crisis ese capital va a salir corriendo o no. Eso es lo que pasó en Hungría, Polonia y otros países europeos. Se fondeaban con depósitos del extranjero y se fueron. Eso pasó también hace algunos en Uruguay, pues los bancos se fondeaban en Argentina. Hoy América Latina se fondea principalmente con depósitos internos y eso lo hace más fuerte.
-Eso es lo bueno del crecimiento del ahorro interno.
-Sí, se ve con claridad en el crecimiento de los fondos de pensiones, que son la parte del sistema financiero que más han crecido. Estos fondos no se pueden ir, por definición. Los fondos de pensiones aún no alcanzan el tamaño del sistema bancario pero están pronto a alcanzarlos. Los fondos de pensiones dan estabilidad al sistema.