El monto, de acuerdo al Banco Central de Ecuador, revela un crecimiento del 15,77% con respecto a agosto del año pasado.
La liquidez de la economía ecuatoriana (compuesta por depósitos en ahorro y a plazo, cuentas corrientes, el dinero que los ciudadanos manejan a diario y moneda fraccionaria) alcanzó el monto de US$37.109 millones para agosto de este año, según las últimas cifras del Banco Central (BCE).
El monto revela un crecimiento del 15,77% con respecto a agosto del año pasado. Se trata de un crecimiento mayor al del año pasado (12,66%), aunque aún no llega a la cifra del 2011, cuando se alcanzó un incremento del 20,62%.
El representante del presidente en la Junta Regulatoria Monetaria Financiera, Diego Martínez, destacó el índice de la liquidez total (US$ 37.000 millones). También aseguró que la Reserva Internacional de Libre Disponibilidad (RILD) se encuentra en niveles de US$7.000 millones y la Cuenta del Tesoro está en el orden de los US$1.600 millones al 26 de septiembre.
Para Martínez, estos datos son muestra de que no existe falta de liquidez como han asegurado ciertos analistas y, además, que “no existe riesgo para la dolarización”.
¿Pero a qué se debe el crecimiento de la liquidez? Según César Robalino, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos, parte del incremento de la liquidez se debe a los últimos ingresos que ha obtenido el gobierno desde mayo, a través de deuda externa.
Entre estos flujos están los provenientes de US$2.000 millones de bonos internacionales; US$400 millones que tienen como garantía reservas de oro del país, y que fue negociado con Goldman Sachs, así como un crédito proveniente de FLAR.
Fausto Ortiz, ex ministro de Finanzas, coincide en que estos recursos recibidos, que a su vez se destinan al pago de obra pública, por ejemplo, son trasladados a la liquidez nacional.
Al ser consultado sobre si no ha existido iliquidez en la economía, explicó que una cosa es la liquidez del sistema financiero, y otra es la liquidez del Estado que se refleja en la ejecución del presupuesto.
Lo que ha ocurrido de enero a mayo es que el Estado gastaba un promedio de US$714 millones por mes, cuando lo que estaba presupuestado era US$1.000 millones mensuales. Desde junio con el ingreso de recursos la ejecución del gobierno recupera su ritmo.
No obstante, el crédito no logra crecer a la par de la liquidez, pues en el mismo periodo creció al 8,01%, al pasar de US$25.894 millones a US$27.967 millones. Los créditos crecen más lentos que la liquidez desde el 2012.
De acuerdo con Ortiz, tanto la liquidez como el crédito son indicadores que van de la mano con relación al crecimiento de la economía. La razón para el menor crecimiento del crédito es la conformación de los depósitos. De acuerdo con el BCE, del total de depósitos (US$31.000 millones), unos US$20.000 millones, es decir el 65% del total, son exigibles de un día para otro.