El Fondo Monetario alternativo que crearán ayudará a países con problemas en su balanza de pagos. En los medios brasileños se hacen conjeturas respecto a que Argentina podría ser el primer país en pedir un crédito de emergencia a la nueva institución.
Incluso tras la final en el Maracaná, Brasil seguirá siendo el centro de atención. Este lunes comienza en Fortaleza la cumbre de los Estados Brics. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica planean una alternativa al FMI.
Entre los objetivos más importantes del encuentro de los Brics se encuentran la creación de un Banco de Desarrollo y un Fondo Monetario alternativo. “La creación de estas instituciones muestra que los países BRICS quieren extender su influencia de forma constructiva. La idea es ser la contraparte del Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional”, aclara José Alfredo Graça Lima, subsecretario del ministerio de Asuntos Exteriores brasileño, conocido también como Itamaraty.
Con el nuevo Banco de Desarrollo, que contará con un capital inicial de US$50.000 millones de dólares y un volumen de financiamiento de US$100.000 millones, se apoyarán proyectos de infraestructura en los Estados Brics y en países en vías de desarrollo.
Por su parte, el nuevo Fondo Monetario ayudará a países con problemas en su balanza de pagos. En los medios brasileños se hacen conjeturas respecto a que Argentina podría ser el primer país en pedir un crédito de emergencia a la nueva institución. La presidenta argentina, Cristina Kirchner, ya confirmó su participación en el encuentro de los jefes de Estado de los Brics con sus homólogos sudamericanos, el 16 de julio en Brasilia.
China es quien más paga. Pero aún hay muchas preguntas abiertas. Ni la sede de las nuevas instituciones, ni sus nombres o los criterios según los cuales concederían créditos han sido definidos. Solo el volumen de financiamiento está claro. Según informaciones de Itamaraty, de los US$100.000 millones, 41.000 millones provendrán de China. Brasil, India y Rusia contribuirán cada uno con US$18.000 millones, y Sudáfrica desembolsará US$5.000 millones.
La creación del Fondo se interpreta, no sólo en Brasil, como una reacción al lento proceso de reformas del Fondo Monetario Internacional (FMI). Durante la cumbre del Banco Internacional y el FMI a inicios de 2014, la reforma de este –que había sido acordada en el 2010– fracasó a causa del veto estadounidense. A través de dicha reforma se habría introducido un desplazamiento del 6% de los derechos de voto en favor de los países en vías de desarrollo.
“Todos quieren más flexibilidad. Los Estados BRICS le muestran a los Estados Unidos que los cambios son posibles”, comenta Lia Valls Pereira, economista del think tank brasileño “Getulio Vargas”. El Fondo y el Banco de Desarrollo podrían contribuir a crear una identidad común del grupo.
Una definición difícil. El subsecretario del Itamary, José Alfredo Graça Lima, admite que el proceso apenas está empezando. “Es más fácil decir qué no son los Brics que decir qué son”, resume Graça Lima. “No son una organización internacional, una unión aduanera ni una zona de libre comercio”, aclara. “Son más bien un mecanismo de cooperación entre sus miembros, que ha demostrado ser útil”.
La cooperación se reduce hasta ahora al comercio entre todos los miembros y China. Las exportaciones de Brasil a ese país aumentaron de US$1.000 millones en el año 2000 a US$46.000 millones en 2013. Ya en 2012 China superó a los Estados Unidos y se convirtió en el mayor socio comercial de Brasil.
En cambio, las exportaciones brasileñas al resto de países Brics son modestas. Según el ministerio de Comercio Exterior del Brasil, en 2013 las exportaciones a la India totalizaron US$1,3 mil millones, a Rusia US$3.000 millones y a Sudáfrica US$1,8 mil millones.
Políticamente, a estos países emergentes los une el deseo de modificar el orden global y el poder central de los Estados Unidos. La creación de instituciones financieras que se preparan a quebrar el Sistema Bretton Woods, introducido tras la Segunda Guerra Mundial, podría convertir la cumbre de Fortaleza en un acontecimiento histórico.
Para Brasil, tras el Mundial de Fútbol, este sería el segundo acontecimiento histórico en pocos días. Y todo indica que la cumbre de los países BRICS entrará en la historia. Pues la participación del presidente chino, Xi Jinping, del primer ministro indio Narendra Modi y del presidente ruso Vladímir Putin convertirán a Brasil durante cuatro días en el escenario político mundial.
Es dudoso que en Fortaleza se discutan también temas políticos internacionales. No solo Rusia y China, sino también India, Sudáfrica y Brasil persiguen la máxima de no entrometerse en asuntos de política exterior. El anuncio del ministro de Asuntos Exteriores brasileño, Luiz Alberto Figueiredo Machado, es breve y claro: “Los Brics y Ucrania: esos son temas que no pueden ser mezclados”.