Además del Ministerio de Hacienda, el dueño de la chequera, los más golpeados con la tijera al presupuesto son los sectores de defensa, inclusión social, trabajo, comunicaciones, justicia, agro, vivienda, minas, salud y educación.

Recortar. Ese parece ser el escenario en el que le ha tocado entrar al Gobierno Nacional después de que la realidad internacional, la de los precios bajos del petróleo, le sigue pasando cuenta de cobro. Ya le ha tocado recortar las proyecciones de crecimiento de la economía, las proyecciones que tenía del precio del barril de petróleo y ahora, como se esperaba, le tocó recortar el presupuesto general de la Nación. Lo pasó de $215,9 billones a $209,9 billones. La tijera se llevó $6 billones.

Y aunque el Gobierno dejó claro que no se tocarán los recursos que van para operaciones militares y policiales, sí se tocó, por ejemplo, la destinación a sectores como el de la vivienda, que es el que ha venido jalonando la economía en medio de su bajonazo. Precisamente el ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, dijo que los proyectos que se verían afectados “son los de acueductos”. Pero detalló que “la vivienda de interés social no se verá afectada, porque es uno de los programas que más están generando empleo”. Acto seguido les hizo un llamado a los bancos para que no suban las tasas hipotecarias y de esa forma se mantenga la tendencia de la industria.

Y aunque este es un recorte fuerte, el año pasado el Gobierno también tuvo que ajustarse el cinturón en dos ocasiones, una de $6 billones y otra de $2,5 billones. Lo que hoy preocupa es que este tijeretazo se está haciendo apenas comenzando el año y, si el precio del petróleo no se recupera, podría haber espacio para un nuevo recorte.

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, advirtió que estos ajustes se están haciendo porque hay cambios en el escenario macroeconómico que tienen incidencia tanto en ingresos como en gastos. “Desde diciembre ya habíamos anunciado un ajuste. Dijimos que era de $3,5 billones, pero ahora se convierte en $6 billones porque tuvimos la sorpresa desafortunada de la caída del precio del petróleo. En ese momento se estimaba que el precio estaría en US$50 y se descolgó en enero”.

De paso, Cárdenas soltó una nueva de la industria petrolera. La baja en el precio del barril afecta la producción, que “este año estimamos sea de 921.000 barriles”. Cárdenas advirtió que es una práctica que se hace en todos los países que producen el hidrocarburo, pues a los precios actuales no resulta tan rentable para mucho pozos extraer. Y detalló que este tipo de decisiones demuestran la responsabilidad del Gobierno en su política fiscal.

El senador Jorge Robledo dijo que “el recorte del presupuesto era obvio e inevitable, porque el santismo aprobó el presupuesto con ingresos inflados, que se sabía no entrarían”. Este año el país ya va en un hueco fiscal de $30,5 billones, teniendo en cuenta que la renta petrolera, que era de $23.6 billones en 2013, para este 2016 tan sólo será de $0,7 billones.