El mercado inmobiliario, las ventas de automóviles y la inversión empresarial y del sector público estarán vulnerables en la medida en que aumenten los costos del crédito.
Un par de meses duros en el mercado de bonos de Estados Unidos han elevado las tasas de interés desde mínimos niveles históricos y ahora podrían afectar a una lenta recuperación económica que depende fuertemente del dinero barato para continuar.
Mientras que las acciones han subido a niveles casi récord en comparación a cinco años atrás, un alza conjunta en el mercado de bonos del Tesoro estadounidense de US$11,6 billones parece haber perdido el impulso y los precios de la deuda han caído en forma constante desde comienzos de diciembre.
Eso ha hecho que los rendimientos, que se mueven en dirección opuesta a los precios, suban y ahora se encuentran en sus mayores niveles desde la primavera boreal del año pasado.
Algunas de las causas de las ventas generalizadas de los bonos pueden ser consideradas como positivas, como una mayor confianza de los inversores en activos de mayor riesgo, como las acciones, señales de que la crisis de deuda europea se está enfriando y una serie de indicadores económicos estadounidenses que apunta a más crecimiento.
Sin embargo, en la medida en que los bonos pierden el favor de los mercados, esquinas de la economía sensibles al crédito podrían comenzar a sentir las consecuencias.
El mercado inmobiliario, las ventas de automóviles y la inversión empresarial y del sector público estarán vulnerables en la medida en que aumenten los costos del crédito, pues todos los costos del crédito están vinculados en último término al mercado de bonos del Tesoro.
"Caigo en el grupo de personas a las que les preocupa lo que sucederá cuando las tasas suban", dijo Tom Nelson, presidente de inversiones de Reich & Tang, una firma neoyorquina con casi la mitad de sus US$28.000 millones de activos bajo supervisión en fondos mutuos en mercados de dinero.
Por supuesto, la defunción del alza de tres décadas del mercado de bonos ha sido pronosticado en reiteradas oportunidades en años recientes.
En marzo del año pasado, Bill Gross, administrador del fondo PIMCO Total Return, el mayor fondo de bonos del mundo, redujo agudamente su exposición a los bonos del Tesoro estadounidenses.
Los precios de los bonos siguieron subiendo durante noviembre, lo que llevó los rendimientos de las notas referenciales a 10 años bien por debajo de 2%.
La amenaza de una gran venta generalizada continúa lejos de la mente de muchos inversores debido a que el mercado goza de una gran fuente de demanda, la Reserva Federal estadounidense.
Como parte de su más reciente esfuerzo por impulsar la economía inundando al sistema bancario con dinero, la Fed ha estado comprando US$85.000 millones en bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas cada mes desde septiembre y no tiene planes de dejar de hacerlo en el corto plazo.
Aumento de tasas. Aún así, los inversores están buscando mayores rendimientos, por lo que los flujos de fondos de inversión han pasado desde bonos del Tesoro a acciones en los últimos dos meses.
El índice Standard & Poor's 500 ha entregado un retorno total mayor a 6% desde fines de noviembre, mientras que el retorno de los bonos del Tesoro han sido de -1,3%, según datos del Indice de Renta Fija de Bank of America/Merrill Lynch.
Como resultado de eso, el rendimiento de la deuda a 10 años subió la semana pasada a más de 2% por primera vez en nueve meses. El mercado prevé que los rendimientos subirán aún más, al menos modestamente.
"Este es el mayor riesgo para inversores en bonos", comentó Hans Mikkelsen, un estratega de bonos de Bank of America Merrill Lynch en Nueva York. "Me sorprende que ya hayan llegado a 2%", agregó.
En octubre, Mikkelsen pronosticó una "Gran Rotación" desde bonos a acciones a comienzos de 2013. Y en último término, los analistas concuerdan en que la política altamente expansiva de la Fed debe terminar.
Incluso si los rendimientos suben modestamente, eso no es malo para todos. Los bancos verían una mejoría de sus márgenes de ganancia en la medida en que sus costos de endeudamiento a corto plazo probablemente permanezcan cerca de cero, pues se espera que la Fed mantenga su política monetaria ultra expansiva hasta 2015.
Para los ahorristas que han visto una disminución de sus ingresos, un aumento de los intereses sobre cuentas bancarias y fondos mutuos deberían ser un alivio y quizás los aliente a gastar un poco más.
En general, los economistas no creen que estén dadas las condiciones para más que una modesta alza de las tasas de interés en 2013.