Grecia logró a última hora del viernes una extensión de cuatro meses de los créditos de sus prestamistas, evitando el colapso de su economía en el corto plazo.
Las monedas de América Latina arrancan esta semana con un tono algo más tranquilo por el acuerdo de Grecia, en un mercado que seguirá de cerca una presentación de la presidenta de la Reserva Federal estadounidense, Janet Yellen, ante el Congreso.
Grecia logró a última hora del viernes una extensión de cuatro meses de los créditos de sus prestamistas, evitando el colapso de su economía en el corto plazo. A cambio de la prolongación, el nuevo gobierno de izquierda en Atenas entregará el lunes una lista de reformas que promete cumplir.
En Estados Unidos, Yellen dará el martes su testimonio semianual en el Congreso. Los operadores medirán sus palabras para ver si ratifican las expectativas de una subida de tasas en junio. Además, en la semana se conocerán la inflación minorista de enero y la segunda estimación del Producto Interno Bruto (PIB) en el cuarto trimestre.
Tanto el arreglo en Grecia como la visión de que Yellen se atendrá al libreto conocido darían cierta calma a los mercados. Pero la situación griega continúa endeble en el fondo, al tiempo que cualquier dato sólido en Estados Unidos podría reiniciar la ansiedad por las tasas, agitando a los activos globales.
El peso mexicano seguirá operando con nerviosismo por las discusiones en torno a la deuda de Grecia y también por los altibajos del petróleo. Las esperadas palabras de Yellen en el Congreso afectarían igualmente a la moneda de México, la cual se movería en un rango de 14,75 a 15,15 por dólar.
Con respecto a Brasil, un informe de Brown Brothers Harriman dijo que los inversores siguen muy negativos sobre los activos del país, aunque como están tan inclinados a desprenderse del real, cualquier titular positivo que surja podría originar repuntes para cubrir posiciones cortas.
En Chile, un operador anticipó para el peso unos rangos de 614 a 624 por dólar. "Después que el tipo de cambio buscó niveles superiores a los 630 pesos y no logró mantenerse, la tendencia fue a la baja, pero en los actuales niveles de precios ya se podría venir un segundo impulso para el dólar", agregó.
La moneda peruana registraría un sesgo a la baja y se negociaría en torno a los 3,10 soles por dólar por los temores sobre Grecia. Sin embargo, el Banco Central evitaría cualquier cambio brusco en el tipo de cambio con ventas de divisas al contado o con operaciones de swaps cambiarios.
El peso argentino en el segmento interbancario, que en lo que va del año acumula una caída de un 2%, iría hacia la zona de 8,75 unidades por dólar. En tanto, en el mercado marginal, el peso se mantendría por debajo de las 13 unidades por dólar.