La Fed tendrá el 17 y 18 del próximo mes una reunión en la que los mercados anticipan de manera general que rebajará una vez más las tasas de interés; mientras esperan que el BCE vaya un poco más allá en su reunión del 12 de septiembre.
Santiago. Las economías y los mercados del mundo comenzarán septiembre la próxima semana con varios focos de atención a la vista, porque a las idas y venidas de la guerra comercial se sumarán las próximas reuniones de política monetaria de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo, en un contexto donde el Brexit sigue generando dolores de cabeza.
La Fed tendrá el 17 y 18 del próximo mes una reunión en la que los mercados anticipan de manera general que rebajará una vez más las tasas de interés, tal como lo hizo a fines de julio.
Y el banco central no recortaría el costo del crédito principalmente por un bache económico en Estados Unidos, sino más bien por los riesgos que generan para la actividad la guerra comercial con Pekín y la desaceleración de la actividad mundial.
Los mercados esperan, en tanto, que el BCE vaya un poco más allá en su reunión del 12 de septiembre y que decida llevar la tasa de interés más adentro en terreno negativo, además de reiniciar la compra de activos y compensar a los bancos por los efectos de las tasas negativas.
El BCE todavía tiene espacio para recortar las tasas de interés si es necesario, aunque eso podría plantear un riesgo a la estabilidad financiera, dijo el jueves Christine Lagarde, la posible nueva jefa del organismo.
La próxima semana varios funcionarios de los dos bancos centrales tendrán apariciones públicas, por lo que los mercados estarán atentos a sus comentarios.
La inversión de la curva de rendimientos de los bonos del Tesoro, que ha presagiado cada una de las recesiones en la mayor economía mundial en los últimos 50 años también tendrá preocupados a los inversores.
Pese a que este jueves subieron los rendimientos de la deuda estadounidense, con los retornos de los papeles a 30 años alejándose de mínimos récord, parte de la curva se mantuvo invertida, con un diferencial negativo entre las notas a 2 y 10 años en -2,9 puntos básicos, mostrando pocos cambios en el día.
Más a corto plazo, los titulares sobre la amarga y prolongada guerra comercial seguirán también generando reacciones instintivas de los mercados.
Todo se veía oscuro la semana pasada con el anuncio de nuevos aranceles recíprocos entre Washington y Pekín -que generó liquidaciones bursátiles a nivel global-, pero ahora los comentarios de China sobre que tiene esperanzas en un nuevo diálogo programado para septiembre calmaron la ansiedad de los inversores.
"A mí me parece más a un continuo lento avance", dijo Thomas Martin, gerente de cartera senior de Globalt Investments en Atlanta. "Pero claramente es hora de no encender aún más las cosas".
Además, los mercados seguirán el desarrollo del Brexit, que tiene enfrentados a Boris Johnson y el opositor Partido Laborista, después de que el primer ministro suspendió las sesiones del Parlamento por más tiempo previo a la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Más de tres años después del referéndum del Brexit, Reino Unido se encuentra sumergido en su crisis constitucional más grave en décadas y se dirige hacia una escisión radical de la UE en tan sólo 63 días.
Una panorámica de la salud económica mundial también se verá la próxima semana, cuando se reporten varios datos de PMI tanto en China como en otros países.