La depreciación del peso obedece al alza en los rendimientos de los bonos de Estados Unidos, que ha provocado una fortaleza del dólar.
Ciudad de México. Los mercados están descontando anticipadamente un posible endurecimiento en la política monetaria en México para contener la depreciación del peso local, que ha perdido alrededor de 15% desde abril, cuando marcó su mejor nivel en el año, de acuerdo con datos de Thomson Reuters Eikon. Las apuestas apuntan a un alza de 50 puntos básicos en la tasa de referencia de un 7,5 a un 8,0% antes de que concluya el año, nivel no visto desde agosto de 2008, según los instrumentos derivados (swaps) de tasa de interés.
La depreciación del peso obedece al alza en los rendimientos de los bonos de Estados Unidos, que ha provocado una fortaleza del dólar. A ello se suma la aún no alcanzada renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las expectativas por las elecciones presidenciales mexicanas del 1 de julio.
En su más reciente decisión de política monetaria, el banco central mantuvo la tasa de interés clave en un 7,50%. Y si bien la Junta de Gobierno dijo en la minuta de la reunión que las expectativas de inflación para el cierre de 2018 mostraron ligeros descensos, reiteró que existen riesgos al alza. El aumento de la tasa se espera incluso independientemente de la inflación, que ha venido cediendo desde enero, luego de alcanzar el diciembre su mayor nivel en casi 17 años, dijo a Reuters James Salazar, economista en CI Banco.
Un reflejo de que los inversionistas se están adelantando al alza de tasas es el repunte en los bonos locales, dijo Salazar. El rendimiento del bono mexicano a 10 años alcanzó el miércoles un 7,80%, su mayor nivel desde marzo de 2010. "El incremento en el riesgo de la tenencia de instrumentos mexicanos se puede ver también reflejado en el riesgo país o credit default swaps (CDS)", agregó Salazar. Los CDSs de México subían el miércoles a US$151, su nivel más alto desde febrero de 2017.