Las distintas plazas bursátiles volvieron a operar este viernes con nerviosismo, atentos a las medidas adoptadas por cuatro países europeos para frenar la especulación.

Las plazas financieras seguían en el sube y baja, al ritmo de los valores bancarios, y en particular de los franceses, sobre los cuales circulan desde hace varios días odo tipo de rumores alarmistas.

Las bolsas europeas abrieron en baja, pero varias de ellas se recuperaron al final de la mañana.

Hacia las 11H00 GMT, París ganaba 1,58%, Londres 1,20%, Francfort 1,69%, Milán 1,63% y Madrid 1,27%. Esos avances eran de menor amplitud que los que marcaron el cierre de la víspera al cabo de una sesión de impresionantes bandazos.

La acción de Société Générale, sobre la cual este miércoles corrieron rumores de quiebra, subía un 2% en la Bolsa de París. Y BNP Paribas ganaba más de 3%.

Francia, Italia, España y Bélgica impusieron restricciones a las operaciones de especulación a la baja (ventas en corto), para luchar contra los "falsos rumores" que desestabilizan a los mercados, según indicó la autoridad europea del sector (ESMA, por sus siglas en inglés).

Alemania, que ya prohíbe las modalidades más extremas de las ventas en corto, propuso este viernes desterrarlas lisa y llanamente de toda la Unión Europea, pero Gran Bretaña rechazó de inmediato esa idea.

Las medidas adoptadas por los cuatro países europeos deberían permitir desalentar a los fondos especulativos y "estabilizar un poco a los mercados, pero no es seguro que sean suficientes", dijo Jean-Philippe Muge, administrador de carteras de SwissLife Gestion Privée en París.

"Cuando en un mismo día hay bajas de 5% seguidas de alzas de 4%, no hay ninguna racionalidad. Eso demuestra que hay mucha especulación por detrás, de los grandes fondos especulativos anglosajones", sostuvo el operador.

Los analistas afirman que el repunte del jueves se debió a una búsqueda de buenos negocios después de los descalabros de la víspera.

En Asia, las bolsas cerraron el viernes con resultados dispares. Hubo alzas de 0,20% en Tokio y de 0,13% en Hong Kong, pero Seúl cayó un 1,33%, tras una sesión inestable.

Las incertidumbres de los mercados se ven potenciadas por malos datos sobre las perspectivas de la economía mundial.

Francia anunció que el crecimiento de su PIB había sido nulo en el segundo trimestre y Japón redujo en un punto porcentual, de 1,5% a 0,5%, su previsión de crecimiento en el año fiscal en curso, a causa del impacto de las catástrofes naturales y del accidente nuclear de marzo pasado.

El estancamiento de Francia reactivó las dudas de los mercados sobre la capacidad de la segunda economía de la Eurozona de reducir sus déficits, algo indispensable para preservar la máxima calificación "AAA" de su nota crediticia.

El gobierno francés prometió anunciar el próximo 24 de agosto nuevas medidas de austeridad fiscal.

El Gobierno italiano, por su parte, apurado también por los mercados, indicó que su nuevo plan de ajuste proyecta recuperar 45.000 millones de euros en 2012 y 2013 con el fin de lograr el equilibrio fiscal en el 2013.

Tres países europeos -Grecia, Irlanda y Portugal- ya fueron objeto de planes de rescate de la UE, el Banco Central Europeo (UE) y el FMI.

La Troika formada por esas instituciones autorizó este viernes una nueva partida de 11.500 millones de euros a Portugal, en el marco de ese plan de rescate, acordado a cambio de severas medidas de ajuste.

Grecia, por su lado, indicó que la caída de su PIB se acentuó en el segundo trimestre de 2011, estableciéndose en -6,9% interanual, contra -5,5% en el primer trimestre.

Muchos analistas estiman que los planes de rigor serán insuficientes para que los mercados recuperen la confianza. Para Jean-François Duhen, analista de CM CIC, los mercados depositan ahora sus esperanzas en la cumbre del próximo martes en París entre el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel.

El oro, valor refugio, superó esta semana por primera vez los 1.800 dólares por onza, y el viernes se mantenía cerca de ese nivel.Los inversores también compraban yenes, y la divisa nipona cerca de su récord histórico, a 76,57 unidades por dólar.