Angela Merkel descartó un incremento del nuevo fondo permanente de rescate del bloque monetario, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), diciendo que el techo planeado de 500.000 millones de euros "no se tocará".

Berlín. La canciller alemana, Angela Merkel, dijo a parlamentarios en una reunión a puertas cerradas el martes que estaba preocupada por el alza en los rendimientos de los bonos portugueses, según revelaron este miércoles a Reuters varios participantes.

La autoridad también reconoció que los dos fondos de rescate de la zona euro podrían actuar simultáneamente, pero no dio indicios de que su capacidad combinada de préstamo pueda subir por sobre los 500.000 millones de euros, comentaron.

"Las primas de riesgo sobre los bonos portugueses son una preocupación", dijo Merkel en una reunión de su bloque conservador en el Parlamento, según contaron algunos participantes.

En contraste, dijo a los legisladores que le alentaba la caída en los rendimientos de la deuda española e italiana a cerca de un 5%.

Merkel descartó un incremento del nuevo fondo permanente de rescate del bloque monetario, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), diciendo que el techo planeado de 500.000 millones de euros "no se tocará".

Los participantes dijeron que la canciller no quiso decir si el Gobierno cederá ante las presiones de sus socios para permitir que los recursos sumados del MEDE y el actual Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) se eleven por sobre esa marca.

Las grandes economías, especialmente Estados Unidos y China, están presionando a Europa para que aumente sus defensas contra las crisis como condición para elevar los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para combatir los problemas en la zona euro.

Alemania y sus pares del bloque tomarán una decisión a fines de este mes respecto a si aumentar o no su cortafuegos. Una solución sería añadir los 250.000 millones de euros remanentes del FEEF al MEDE, lo que implicaría contar con un cortafuegos de unos 750.000 millones de euros.

Pero Merkel enfrenta presión interna en su país para resistirse a esa solución, que aumentaría las garantías alemanas más allá del techo de 211.000 millones de euros que los legisladores han aprobado hasta ahora.