Hay optimismo en que el intercambio de información financiera no logre crear pánico entre los hombres de negocios, sino todo lo contrario, los motive a ir al corriente en el pago de impuestos.
El intercambio internacional de información de contribuyentes con cuentas bancarias en el extranjero es una tendencia global que llegó para quedarse, afirmó Oscar Ortiz, socio líder de la Práctica de Asesoría del Sector financiero de EY.
En conferencia explicó que el objetivo de la medida adoptada por 51 países, entre ellos México, tiene como propósito prevenir, evitar y sancionar en su caso prácticas de evasión fiscal.
Todo parece indicar que cada vez más naciones se sumarán al acuerdo para combatir la defraudación y que con ello se reducirá el número de los llamados paraísos fiscales, los cuales serán aislados por los propios inversionistas, dijo.
Reconoció que el acuerdo internacional para intercambiar información financiera de personas físicas y morales ha generado algún grado de incertidumbre entre los inversionistas.
“Yo sí veo gente preocupada, pero por estar claros y seguros de que están pagando adecuadamente sus impuestos... y esto no va a inhibir que los inversionistas traigan su dinero a México”.
Indicó que como todo acto de fiscalización, el intercambio internacional de información de contribuyentes con cuentas en el extranjero va a generar cierta inconformidad en personas pero tendrán que adaptarse.
“Pero no veo que ante una situación de fiscalización global, las personas ni las empresas estén pensando en hacer todo lo necesario para migrar sus inversiones a otro país donde puedan evadir impuestos”.
Al contrario, “todo esto va a empezar a propiciar que (gobiernos e inversionistas) empiecen a aislar a ciertas jurisdicciones y las empiecen a presionar para que nadie quiera operar ahí”.
Y quienes sí migren capitales de un país a otro que no haya suscrito el acuerdo de intercambio de información, evidenciará que quizá está tratando de evadir impuestos.