La tasa de desocupación en el tercer trimestre de este año fue de 4.6%.

Ciudad de México. Durante el tercer trimestre del año, el número de personas sin empleo en México disminuyó, debido a que se incorporaron a actividades económicas informales, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Los resultados indican que en el periodo que comprende julio a septiembre de 2015, la población desocupada se situó en 2.4 millones de personas, con lo que la tasa de desocupación correspondiente fue de 4.6 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), porcentaje por debajo del reportado en el mismo periodo de 2014 cuando se ubicó en 5.2 por ciento, es decir, 2.7 millones de mexicanos.

De acuerdo con el reporte, la disminución se deriva de que en el periodo de referencia todas las modalidades de empleo informal sumaron 29.3 millones de personas, lo que significó un avance de 2.4 por ciento respecto a igual periodo de 2014 cuando ascendía a 28.6 millones.

Flavia Rodríguez, directora general de Finanzas Públicas de la consultoría Aregional, indicó que “la informalidad históricamente ha sido una opción ante la falta de opciones de trabajo decente en el sector productivo formal. Sin embargo, este fenómeno social perpetúa la pobreza y crea mayores desigualdades al no ofrecer respaldo para el futuro”.

María Fonseca Paredes, directora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, apuntó que las personas que trabajan en la informalidad carecen de seguridad social y otras prestaciones mínimas de ley, “lo cual los vuelve vulnerables ante cualquier inconveniente serio en su estado de salud, así como vivir la vejez sin acceso a una pensión”.

El organismo presidido por Eduardo Sojo refiere que actualmente 57.8 por ciento de la población ocupada es informal. De manera detallada, 13.8 millones de mexicanos desempeñaron actividades relacionadas con el ambulantaje; 2.3 millones corresponden al servicio doméstico remunerado; 6.1 millones al ámbito agropecuario, y otros 7 millones al de las empresas.