Alberto Torres, jefe de la Unidad de Crédito Público en Hacienda, dijo que no hay riesgo en las finanzas públicas en cuanto a que el costo se incremente de manera significativa.
El gobierno federal realizó su primera emisión de deuda del año en los mercados internacionales de capital, colocando un bono a 10 años por US$2.250 millones con una tasa de rendimiento de 4,165% y un cupón de 4,125%, informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Detalló que la operación tuvo una demanda total de US$6.500 millones, equivalentes a 2,9 veces el monto emitido, con una participación de más de 190 inversionistas institucionales de América, Europa y Asia.
Alberto Torres García, titular de la Unidad de Crédito Público de la SHCP, comentó que esta emisión de deuda no representa un riesgo en las finanzas públicas en cuanto a que el costo financiero de la deuda total pudiera incrementarse de manera significativa.
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“No es un elemento de presión (...). En el Plan Anual de Financiamiento se muestra que, gracias a un eficiente manejo de la política de deuda en los años previos, ha sido posible disminuir de manera muy importante el costo anual de financiamiento”, dijo en entrevista.
Destacó que, debido a que 83% de la deuda emitida está expresada en pesos y en una tasa fija, permite una mayor confianza de que aun cuando exista un entorno extremo de que se incrementen las tasas en Estados Unidos o en México, no ven una posibilidad de riesgo.
Luis Videgaray, titular de Hacienda, puntualizó en un comunicado que a pesar de la volatilidad internacional que viven los mercados financieros, México continúa teniendo acceso a los mercados financieros a nivel mundial; además, mantiene un amplio interés de los inversionistas por los instrumentos de deuda emitidos por el gobierno federal.
“(...) La extensa participación de los inversionistas refleja la perspectiva positiva de la comunidad financiera internacional en torno de la situación económica y financiera de México y ratifica la confianza en el manejo macroeconómico así como en la conducción de las finanzas públicas por parte de la actual administración”.
Positiva colocación. Analistas comentan que esta emisión de deuda es positiva en el sentido de que se están previniendo incrementos adicionales en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed), además de que el gobierno federal está siendo cauteloso ante un escenario de menores ingresos petroleros.
Isaac Velasco, economista senior de BX+, comentó que esta emisión no representa un riesgo para el endeudamiento del país, dado que los montos para endeudamiento local e internacional permanecen similares a los rangos de años anteriores.
“Hay una visión positiva dado que el endeudamiento de este año está siendo más cauto (...). En los años previos hemos visto un techo de endeudamiento de hasta US$10.000 millones, por lo que US$6.000 millones para este año es una cifra congruente”.
Refirió que esta emisión de deuda se hizo conforme a las condiciones de mercado, y, si el gobierno federal lo considera, podría aprovechar un escenario de bajas tasas para emitir más deuda.
La deuda externa está conformada principalmente por bonos emitidos en los mercados internacionales con 69%, mientras que 29% está representado por los créditos con organismos financieros internacionales (OFI) y, en menor proporción, los créditos bilaterales de comercio exterior, según datos de la SHCP.
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, indicó que a pesar de la depreciación del peso México sigue siendo un buen escenario para invertir, lo cual abre la puerta para que el gobierno se siga financiado.
“Creemos que el nivel de deuda de México es adecuado y que no representa ningún problema. Sobre todo a nivel internacional no se tiene miedo de invertir aquí porque no se están observando fuertes salidas de capitales”.
Preocupa costo. El analista de BX+ comentó que, en caso de que la deuda se incrementara significativamente como efecto de una acelerada depreciación cambiaria y de alza de las tasas de interés, se percibiría un impacto negativo en el costo de la deuda; es decir, el interés que se paga por la misma.
“Sus pagos son en dólares; al tener que hacer los pagos en estas divisas, Hacienda va a tener una pérdida no presupuestada por la diferencia del tipo de cambio que hay contra lo que esperaba de promedio en este año, es decir, va a tener que desembolsar más pesos para pagar la misma cantidad en cupones, dado que éstos están denominados en dólares”, dijo Isaac Velasco.
La composición de monedas de la deuda externa se concentra en alrededor de 80% en dólares estadounidenses y el resto se encuentra conformado por yenes, euros y libras esterlinas. Hacienda refiere que a pesar de que los costos financieros de la deuda externa han sido menores en los últimos años, éstos se encuentran sujetos al entorno internacional y a la volatilidad del tipo de cambio.
Por ello, uno de los pilares de la estrategia de financiamiento ha sido mantener una composición en el portafolio de deuda que se concentre en la emisión en los mercados locales que reduce las amortizaciones de deuda externa de corto plazo sin dejar de hacer un uso activo del endeudamiento externo.
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Buscan fortalecer la curva de rendimiento. Hacienda destaca que esta transacción cumple principalmente con los siguientes objetivos:
- Iniciar de manera favorable el Programa de Financiamiento Externo del gobierno federal para el 2016 bajo condiciones de financiamiento adecuadas.
- Ampliar la base de inversionistas y preservar la diversidad del acceso al crédito en los mercados financieros internacionales de mayor importancia y profundidad.
- Aprovechar el perfil de amortizaciones de deuda externa para emitir un nuevo bono de referencia a 10 años en el mercado de dólares que cuente con amplia liquidez para fortalecer la curva de rendimientos del gobierno federal.