Veracruz, el puerto marítimo comercial más importante de México, se encuentra en proceso de expansión con el objetivo de cuatriplicar su capacidad hasta el 2025.
Debido a su situación estratégica y a la riqueza de recursos naturales de la región, el Puerto de Veracruz ha crecido en importancia a través de los siglos. Actualmente el puerto se encuentra en un proceso de transformación con el objetivo de cuatriplicar su volumen comercial hasta el 2025 y con ello fortalecer la posición de México en el comercio mundial. El proyecto, el segundo más importante del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, después de la ampliación del Aeropuerto de la Ciudad de México, es controvertido debido a las grandes cantidades de inversión pública que requiere, así como el impacto medioambiental en la región.
Dentro de la serie “lugares globales“, en donde se delibera sobre la transformación de metrópolis latinoamericanas en el proceso de globalización, el tema de Veracruz y su rico pasado transportó al auditorio del Instituto Iberoamericano de Berlín a las costas del Atlántico mexicano.
Café de Veracruz. El comerciante de café Arthur Darboven dijo sentirse transportado al siglo pasado cuando visita el café La Parroquia, en el centro de Veracruz, donde hay que golpear un vaso con una cucharita para ser atendido. Darboven lamentó que la criminalidad y la falta de seguridad en todo el estado ocupen los titulares de la prensa. El directivo de Benecke Coffee GmbH, una de las compañías de mayor tradición en Alemania, importadora y distribuidora de café en Europa, embarca granos verdes de café vía Veracruz. “Sólo puedo decir cosas positivas, porque la infraestructura en Veracruz es fantástica. Se trabaja como uno lo espera, como lo diría el manual de exportación“, afirmó.
El café es el principal producto de la región, pero el grueso de las exportaciones son destinadas hacia Estados Unidos. El empresario alemán lamenta que los mexicanos no hayan ampliado su horizonte comercial hacia Europa y Asia. Darboven hizo una sugerencia clara en conversación con DW. “Hay un ente en Alemania que se llama Pro México, que lanza muchas actividades e iniciativas para fomentar el comercio entre México y Alemania, pero no funciona. ¿Por qué?“, pregunta, y él mismo responde: “Porque hay que traer al empresario. Pro México alquila metros cuadrados en todas las ferias, pero no tiene un vínculo entre vendedor y comprador. Hay que traer al empresario“, destaca.
En la charla no faltaron las alusiones a la comida típica veracruzana. También se abordaron los problemas que aquejan al estado y al puerto, como la criminalidad organizada, que utiliza la infraestructura portuaria, como lo demuestran las importaciones confiscadas de drogas sintéticas de la mafia china.
Complejidad de México. “Los empresarios alemanes tienen una visión de la complejidad del país, y están muy conscientes de que México tiene muchas facetas“, afirma por su parte Christoph Schmitt, de la Asociación Empresarial para Latinoamérica (LAV), en conversación con DW. “Obviamente existen problemas: el crimen organizado y la corrupción, pero los hay en muchos países. México siempre ha gozado de un gran interés por parte de inversionistas y comerciantes, el país tiene un gran potencial económico y humano“, apuntó.
El académico Christof Parnreiter de la Universidad de Hamburgo acaba de volver de una estancia de año y medio impartiendo clases en la Facultad de Economía de la UNAM. Fue tal vez la voz más crítica y realista del grupo. Parnreiter advirtió que pese a que crecen las exportaciones en México, dos terceras partes tienen insumos importados. “China, por ejemplo, condiciona las inversiones a que se reinviertan en el país y que aumenten el valor agregado. México no, está dedicado a la maquila y el valor agregado es muy bajo".
El académico critica que no hay una política económica ni industrial que promueva la producción industrial en México. “Desde hace 20 años los gobiernos del PRI o del PAN se han caracterizado por no tener una política industrial. Eso significa que los empresarios, los pequeños y medianos, no tienen ningún tipo de apoyo frente a la competencia con Estados Unidos, China y otras economías asiáticas. No es una cuestión cultural; falta voluntad política.