El gobierno federal dejaría de recaudar 208 mil mdp por la aplicación de tasas reducidas en alimentos y medicinas.

De mantenerse la tasa cero y la exención del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en algunos productos y servicios, en 2016 el fisco tendrá una pérdida de ingresos estimada en 249.497 millones de pesos que, según la Secretaría de Hacienda, será como una transferencia de recursos a todas las familias, pero beneficiará más a las más ricas.

La pérdida de ingresos por la aplicación de tasas reducidas en alimentos y medicinas será de 208.000 millones de pesos, y por exenciones en servicios de enseñanza, vivienda, profesionales, de medicina, espectáculos públicos y de transporte público terrestre de personas que se preste en áreas urbanas o en zonas metropolitanas, de 41,488 millones de pesos.

Según Hacienda, en ambos casos la transferencia de recursos del gobierno federal a los hogares beneficiará en mayor medida a las familias con el ingreso y consumo más altos, y en menor proporción a los menos favorecidos en términos económicos.

Tasa en alimentos. En la tasa cero en alimentos, la transferencia será de 174.823 millones de pesos, de los cuales los hogares de los primeros cinco deciles de ingreso, es decir, los más pobres, recibirán 39.2%, mientras que los siguientes cinco, que son de mayor capacidad económica, 61.4%, por lo que serán éstos los más beneficiados.

Medidos de manera unitaria, el primer decil recibirá 4%; el segundo, 6.7%; el tercero, 7.8%; el cuarto; 9.1%; el quinto, 11%; el sexto, 11.7%; el séptimo, 10.8%; el octavo, 12.1%; el noveno, 12.5%; y el décimo 14.3% de los 208.009 millones de pesos.

En el caso de la tasa cero en medicinas, la transferencia será de 13,966 millones de pesos, de los cuales los hogares de los primeros cinco deciles recibirán 21.1%, y los hogares de los cinco deciles de ingreso más elevado y mayor capacidad de consumo tendrán 78.9%.

En lo que respecta a la exención de IVA en servicios, se afirma que también son los hogares de mayor capacidad económica y consumo los que se verán más beneficiados por la transferencia de la pérdida recaudatoria del gobierno federal hacia las familias y señala que el caso más representativo de todos es el de las colegiaturas de colegios privados.

Así, la exención a los servicios de enseñanza generan un gasto fiscal, es decir, una renuncia recaudatoria o pérdida de ingreso para el gobierno.