Repitiendo la promesa hecha la semana pasada, Temer insistió en que los recortes de gastos no afectarán los populares programas sociales que caracterizaron los 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores.
El presidente interino de Brasil, Michel Temer, dijo este domingo en una entrevista televisada que espera reducir el desempleo y traer estabilidad económica y política al país más grande de América Latina.
Temer, un político de centro que asumió interinamente la semana pasada después de que el Senado decidiera someter a un juicio político a la ahora suspendida presidenta Dilma Rousseff, dijo que su gobierno reducirá el gasto público donde sea posible y que es esencial reformar el actual sistema de pensiones de Brasil.
Repitiendo la promesa hecha la semana pasada, Temer insistió en que los recortes de gastos no afectarán los populares programas sociales que caracterizaron los 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores.
El recién asumido Gobierno de Brasil está luchando por identificar reformas que le permitan revivir la alicaída economía del país, que cruza su peor recesión en décadas.
Además de reducir el déficit presupuestario, el Gobierno debe controlar una inflación de casi dos dígitos y una tasa de desempleo en aumento.
Temer, que era hasta la semana pasada el vicepresidente de Rousseff, permanecerá como presidente interino mientras ella enfrenta el juicio político por acusaciones de violar leyes presupuestarias, que podría extenderse por hasta seis meses y que podría terminar con su destitución definitiva.
Temer dijo que no buscará la presidencia más allá del actual período presidencial que se extiende hasta el 2018.
Al ser preguntado sobre cuál le gustaría que fuera el legado del período en que estará al mando del país, Temer dijo: "reducir el desempleo y ver a un país en calma".
En una entrevista grabada por Globo, la mayor red de televisión del país, Temer dijo además que no interferiría con las investigaciones por corrupción en curso que han afectado a gran cantidad de políticos en los últimos años.
En una entrevista separada, el nuevo ministro de Hacienda de Brasil, Henrique Meirelles, dijo el domingo que el peor problema económico del país era la "confianza".
Meirelles aseguró que el Gobierno interino del país necesita reordenar las finanzas públicas, pero que no recortaría gastos de programas sociales.