"América Latina tiene unos niveles de desigualdad todavía muy elevados y Chile no es una excepción, tenemos tareas que asumir", señaló Bachelet.

Santiago. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, dijo que el "enfriamiento de la actividad económica en América Latina es una realidad, pero no un argumento para detener las reformas estructurales" que necesita la región.

"América Latina tiene unos niveles de desigualdad todavía muy elevados y Chile no es una excepción, tenemos tareas que asumir", señaló Bachelet en la inauguración de la conferencia de alto nivel del Fondo Monetario Internacional (FMI) que se celebra en Santiago.

"Si hay una enseñanza que nos han dejado las crisis ha sido el reconocimiento de que el crecimiento económico sustentable y el bienestar inclusivo no solo no deben contraponerse, sino que se complementan", enfatizó la mandataria.

Bachelet destacó que Chile encabeza la lista de los países más prósperos de América Latina, con una renta per cápita de US$21.114 y una de las más bajas tasas de pobreza.

Pero a renglón seguido reconoció que tiene un serio problema de desigualdad, con un índice que supera en un 20% el promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

"La estructura de nuestro desarrollo todavía tiene tareas pendientes", señaló la presidenta de Chile, quien defendió los cambios estructurales que impulsa su Gobierno, como las reformas tributaria, educativa y laboral, y la elaboración de una nueva Constitución.

"Es la única forma de hacernos cargo de desafíos que no pueden seguir esperando (...), el proceso que hemos emprendido va en la línea correcta", recalcó Bachelet el mismo día en que se supo que la actividad económica en octubre fue de un 1,5% interanual.

En Chile, el crecimiento económico no se ha visto acompañado de mejoras en los niveles de inclusión y movilidad social, sostuvo la gobernante.

"Si queremos crear condiciones adecuadas para un desarrollo sostenible necesitamos reformas significativas, no las políticas de ayer", enfatizó.

Pero esos cambios para "establecer una nueva relación entre el mercado, la política y la sociedad" que exige una creciente clase media más empoderada pero vulnerable y temerosa de volver a caer en la pobreza no se van a hacer poniendo en riesgo la estabilidad macroeconómica ni la disciplina fiscal, aseguró.

En este punto, la mandataria se refirió a la emisión el pasado miércoles de dos bonos soberanos por un valor conjunto de US$2.054 millones, la mayor colocación de deuda en los mercados internacionales de la historia de Chile.

Esta colocación se llevó a cabo en condiciones muy ventajosas y con una alta demanda, lo que demuestra el interés y la confianza de los inversionistas internacionales, subrayó.

A la reunión del FMI en Chile, que aborda los desafíos para el crecimiento de América Latina, asisten también los responsables de la Organización de Estados Americanos (OEA), Jose Miguel Insulza, y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, además de gobernadores de los bancos centrales de la región, expertos y autoridades económicas.