La codirectora Ana Fernanda Maiguashca dijo que "lo que es importante es que dimensionemos que un crecimiento cercano al 3% es un resultado positivo en el entorno global, del que Colombia no puede aislarse".

Un crecimiento de la economía de Colombia que se aproxime al 3% este año sería positivo en medio de las condiciones actuales del mundo, dijo a Reuters la codirectora del Banco Central Ana Fernanda Maiguashca, al considerar que se debe evitar generar un espiral de pesimismo que afecte la confianza.

Aunque la funcionaria admitió que le sorprendió la marcada caída en la confianza del consumidor en marzo -a su nivel más bajo en seis años-, precisó que la dirección fue la esperada y que es parte del ajuste que debe hacer la economía.

"Lo que es importante es que dimensionemos que un crecimiento cercano al 3% es un resultado positivo en el entorno global, del que Colombia no puede aislarse, y no es en modo alguno una crisis", dijo Maiguashca el jueves en la noche al responder un cuestionario enviado por Reuters.

"Por ende no debería tampoco generarse un espiral de pesimismo que no corresponde a la realidad que estamos viviendo", agregó.

Los comentarios de Maiguashca se conocen antes de que el gerente del Banco Central, José Darío Uribe, realice el viernes al medio día su presentación trimestral televisada sobre la economía, en la que el mercado espera que anuncie una reducción en el pronóstico de crecimiento del PIB del emisor, actualmente en un 3,6% como cifra más probable.

La codirectora explicó que a pesar de la desaceleración económica, recortar la tasa de interés del banco jugaría en contra del creciente desbalance de las cuentas externas del país, en el que se ha profundizado el déficit en la cuenta corriente, debido a que las exportaciones están cayendo más fuerte que las importaciones.

"En esta coyuntura específica la desaceleración del crecimiento, que muy probablemente nos va a llevar a terreno negativo en la brecha del producto, debe leerse en conjunto con la ampliación del déficit en cuenta corriente que sufrió la economía en 2014", dijo.

"En esa medida, aunque una brecha negativa del producto podría llamar a una acción contracíclica de la política monetaria, el desbalance externo no nos permite hacer uso de dicha herramienta por cuanto se podría poner en riesgo la sostenibilidad de dicho crecimiento", explicó.

Analistas y autoridades han reducido en promedio en un punto porcentual sus proyecciones para el país andino hacia una expansión del PIB cercana al 3,5% para el 2015, ante el deterioro de indicadores por la caída de los ingresos del petróleo, el mayor generador de divisas de la nación.

Para expertos, el banco emisor se encuentra en una disyuntiva en la que la economía se está desacelerando al tiempo que la inflación anualizada en abril se situó en un 4,64%, por encima del rango que estableció el Banco Central para este año, de entre 2% y 4%.

Pero Maiguashca sostuvo que aunque los datos de abril "deben ser analizados con cuidado para determinar su naturaleza y persistencia", se mantuvo firme en su expectativa de que la inflación convergerá hacia el centro de la meta en el segundo semestre de este año y se extenderá en ese nivel el 2016.

"En esa medida no ha sido pertinente una reacción en la tasa de interés", afirmó.

"Pero debe ser claro que esta es nuestra prioridad de política y que continuamos monitoreando con mucho rigor toda la nueva información para detectar si hay elementos que nos lleven a concluir que pueda ser necesario un movimiento de la tasa de intervención", concluyó.