El ministro de Economía de Alemania, Philipp Roesler, advirtió al Banco Central Europeo sobre una compra de bonos soberanos a gran escala. "Preservar la estabilidad de precios debe ser el rol principal del BCE y no financiar deudas estatales. Comprar bonos soberanos no puede ser una solución permanente", dijo en un medio alemán.
El ministro de Economía de Alemania, Philipp Roesler, advirtió al Banco Central Europeo sobre una compra de bonos soberanos a gran escala, en medio de las expectativas de los mercados de que el BCE tome nuevas medidas para reducir los rendimientos de deuda de Italia y España.
Roesler, que además es vicecanciller de Alemania y líder del socio menor de la coalición de Gobierno, los Liberales Democráticos Libres (FDP), afirmó al diario Neue Osnabruecker Zeitung (OZ) en una entrevista publicada el sábado que el BCE debía seguir siendo una entidad independiente.
"Preservar la estabilidad de precios debe ser el rol principal del BCE y no financiar deudas estatales. Comprar bonos soberanos no puede ser una solución permanente. Sólo podremos establecer una renovada confianza en la zona euro si se mantiene estrictamente la disciplina fiscal y se aplican reformas estructurales", aseveró.
El presidente del BCE, Mario Draghi, se comprometió el jueves a hacer todo lo que fuera necesario para evitar un colapso de la zona euro, lo que elevó las expectativas de un ambicioso nuevo programa. Los mercados financieros reaccionaron al alza ante sus declaraciones.
La crisis en la zona euro entró en un nuevo terreno de alerta por el aumento de los costos de financiamiento para España e Italia, y después de que funcionarios en Bruselas reconocieran que Grecia está demasiado lejos de cumplir con las metas establecidas en su segundo paquete de rescate, otorgado hace apenas cinco meses.
Roesler agitó más las aguas el fin de semana pasado cuando dijo a un canal alemán que una salida de Grecia de la zona euro ya no era considerado como un tabú por los expertos y que la posibilidad había perdido el "factor del temor". Un colega de su partido dijo que esos comentarios eran imprudentes.
En su entrevista con el OZ, el ministro desestimó las críticas generalizadas sobre su postura respecto a Atenas.
"En mi ministerio hemos visto que el Gobierno griego ha sido incapaz de implementar buena parte (de las reformas)", declaró.
Sus dichos se producen en medio de un creciente coro de voces dentro de la coalición de la canciller Angela Merkel que insisten en que Grecia no debería recibir más asistencia y que su marginación de la zona euro podría ser inminente.
"Grecia no puede ser salvada, es matemática simple", dijo Michael Fuchs, segundo al mando del grupo parlamentario de los Demócratas Cristianos de Merkel, al semanario de negocios Wirtschaftswoche.
"El Gobierno no tiene la voluntad ni los medios para implementar reformas", aseveró.
En tanto, Alemania fue duramente criticada por el secretario de Estado español para la Unión Europea, Iñigo Mendez de Vigo, en una entrevista con el diario germano Bild publicada el sábado.
El ministro dijo que Berlín no debía olvidar la enorme cantidad de ayuda recibida por otras naciones cuando quedó en ruinas después de la Segunda Guerra Mundial, e instó a Alemania a mostrar más solidaridad política y económica en torno a la crisis de la zona euro.
También pidió que el BCE tomara acciones para ayudar a terminar con los altos rendimientos de los bonos españoles, además de advertir a los políticos alemanes que no hablaran demasiado sobre una salida de Grecia del euro porque se podría convertir en una profecía auto cumplida.