Sin dar muchas luces sobre el contenido de los nuevos cambios en materia laboral, Alberto Arenas, anticipó que la iniciativa seguirá el mismo lineamiento de la reforma tributaria.
El gobierno chileno enviará al Congreso un proyecto de reforma laboral antes de fin de año, pero su implementación será gradual y no afectará la reactivación de la economía, aseguró el jueves el ministro de Hacienda en un foro empresarial.
Sin dar muchas luces sobre el contenido de los nuevos cambios en materia laboral, el jefe de las finanzas públicas de Chile, Alberto Arenas, anticipó que la iniciativa seguirá el mismo lineamiento de la reforma tributaria que entró recientemente en vigencia y que contempla un alza escalonada de los impuestos en los próximos años.
"La implementación de dicha agenda (laboral) será consistente con el objetivo de recuperar el dinamismo del crecimiento de la economía. Por lo mismo, su aplicación será gradual, tendrá una transición en su implementación, tal como lo hicimos en la reforma tributaria", dijo Arenas.
La economía chilena ha sido golpeada este año por una profunda desaceleración y se encamina a crecer por debajo del 2% este año, su menor ritmo de expansión desde el 2009.
En el bajo desempeño de la economía ha influido el complejo escenario internacional, pero empresarios lo han atribuido a los efectos de las reformas que impulsa la presidenta socialista Michelle Bachelet, como la tributaria, que generó incertidumbre y congelamiento de las inversiones.
El Gobierno de Bachelet cuenta con mayoría en ambas cámaras del Congreso, por lo que se espera que logre aprobar la reforma con relativa facilidad, aunque es posible que la discusión se extienda en el Senado.
Entre los cambios que se han mencionado en materia laboral, se buscaría profundizar la sindicalización de trabajadores, garantizar el derecho a huelga efectiva y sin reemplazos, además de posibles modificaciones en los lapsos de los contratos colectivos.
Así, el Gobierno afina los detalles de la nueva agenda laboral, algo que nuevamente ha inyectado nerviosismo y desencuentros con el empresariado.
"(Este año) no será indiferente a nadie debido a los acontecimientos políticos, sociales y económicos", dijo el presidente de la cúpula empresarial, Andrés Santa Cruz, aludiendo a las reformas que impulsa la mandataria.
En un intento por poner paños fríos a los cambios laborales, el ministro Arenas dijo que la gradualidad en su implementación busca generar espacios para elaborar los nuevos marcos reglamentarios y normativos, en un clima de certeza y estabilidad entre todos los actores del mercado del trabajo.
"La agenda laboral busca modernizar las relaciones entre empresas y trabajadores, fomentando el diálogo y la colaboración, requisito para mejorar la productividad de las empresas. Apunta a establecer una institucionalidad que encauce la modernización continua de las relaciones laborales", dijo Arenas.