El ministro de Economía y Finanzas del Perú conversó sobre los retos para retomar el alto crecimiento y la coyuntura económica mundial con Fernando Chevarría León, editor general de AméricaEconomía.
-Es innegable que el Perú y la región en general, salvo algunas excepciones, han avanzado mucho económicamente hablando en la última década. No obstante son tiempos de cambio y han aparecido trabas en el camino. ¿Cómo las piensan sortear?
-La región como un todo se benefició significativamente de un superciclo de los commodities. Hay un grupo diferenciado de países que hicieron las cosas bien y otros que no. Pero aun entre aquellos que hicimos las cosas bien hay economías que aprovecharon mucho más los tiempos de bonanza que otras, una de ellas la peruana. Eso nos permite enfrentar con mucho mejor pie los retos que nos están trayendo estos cambios en el panorama económico mundial. Por ejemplo, Standard & Poor’s le quitó el grado de inversión crediticia a Brasil (pasó de AAA- a BB+). Eso es complicado para la región porque es el país más grande. Es un socio importante para nosotros, y refleja, a la luz de otras economías, a las que también les harán downgrade. Van a ser tiempos retadores.
-¿Qué factores le permiten ver un futuro prometedor para el Perú?
-Lo primero es la solvencia fiscal, y allí el Perú es el que más ha mejorado sustancialmente. Hemos pasado de tener hace diez años un ratio de deuda/PIB por sobre el 40% a 20%. Solo Chile está por debajo de nosotros. La deuda bruta está por debajo del 10%. Ello permite al Perú implementar políticas contracíclicas. Nuestra posición de flujo de partida también era más holgada, lo cual nos ha permitido en estos dos años que han sido complicados y para 2016 absorber el choque de mejor manera sin comprometer la solvencia del país. Inclusive países que han hecho las cosas bien como Colombia tienen 40% de deuda pública, México más de 50% y Brasil más de 65%. Hemos aprovechado los tiempos buenos para generarnos los espacios necesarios para lidiar en estos tiempos.
-Pero también se viene un fenómeno de El Niño fuerte. ¿Cómo se han preparado?
-Tenemos mecanismos de respuesta como ahorros, el fondo de estabilización fiscal y líneas de contingencia concertadas para desastres. Hemos ordenado la casa, hemos hecho un manejo muy responsable de la deuda pública, y esto significa no solo que el nivel de deuda pública es bajo. Si vemos el perfilamiento de la deuda no tenemos picos de vencimiento, lo cual nos genera muy bajos requerimientos de financiamiento. Hemos hecho las operaciones más grandes en la historia a fines del año pasado y a inicios de este año, para alargar vencimientos y solarizar más la deuda, y anticiparnos a tiempos en los cuales posiblemente seguir solarizando fuera complicado. Nos hemos abierto a todos los espacios y estamos prefinanciando. Tenemos probablemente el mejor perfil de vencimiento en la región. Todo esto es lo que miran los inversionistas internacionales, las clasificadoras y determinan que el Perú tiene el espacio que otros no tienen, y eso nos da un grado mayor adicional que es fundamental en esta coyuntura.
-Le pregunté por los retos para apuntalar el crecimiento.
-Trabajamos para mejorar nuestra competitividad como país. Aun en tiempos volátiles y complicados, el Perú ha podido avanzar respecto a sus calificaciones en los Ránkings de Competitividad. En el World Economic Forum mejoramos, después se retrocedió un poco porque esta es una carrera en la que participan todos. Hay países europeos que durante la crisis perdieron competitividad y ahora comienzan a recuperarse casi por un hecho inercial, pero estamos un par de puestos mejor que cuando iniciamos el gobierno (2011). En el Ránking del Doing Business del Banco Mundial estamos en el quinto superior. Estamos segundos en América Latina, un puesto debajo de Colombia.
-Pero aún hay muchos temas por mejorar.
Sabemos que tenemos mucho que mejorar. Por ejemplo, en la eficiencia del Estado y temas institucionales, pero si nos comparamos con los otros países de la región estamos bien. En el pilar macroeconómico, por ejemplo, estamos en el puesto 20, pero hemos mejorado. Hemos venido trabajando la agenda de competitividad. Lo más importante es que en este gobierno se han implementado políticas de Estado; esperamos que varias de ellas se mantengan, que a lo que apuntan no es a avances de corto plazo para el gobierno porque sabemos que van a rendir fruto en el mediano plazo.
Hablemos de educación. Estamos dedicando muchos esfuerzos a la inversión en capital humano. No solo presupuestalmente sino también en términos de las estrategias que están detrás, como inversión en ciencia y tecnología. Estamos generando diversos vehículos en cuanto a diversificación productiva. Somos conscientes de que tenemos que abrir un abanico de diversificación de exportaciones y estructura productiva más allá de lo que ha ocurrido en los últimos 15 años. Pero tenemos que hacerlo más aceleradamente, y para eso tenemos una estrategia clara y la estamos ya implementando. Estamos insertándonos en cadenas globales de valor, difusión de conocimiento, los centros de innovación tecnológica que estamos creando en distintos lugares del país, entre otros.
-Algunos afirman que se invierte poco en infraestructura considerando que algunos estudios dan cuenta de que el déficit en este sector supera los US$100.000 millones.
-Estamos invirtiendo muy fuerte en infraestructura, pero responsablemente. No vamos a tirar la casa por la ventana. Estamos sosteniendo el ratio de inversión pública/PIB en 6%. Es uno de los más altos de América Latina, que invierte alrededor del 4%. Eso generará mucha más competitividad y crecimiento de mediano plazo, y en verdad la inversión real es mayor porque existe un componente más importante de asociaciones público-privadas. Esos son algunos de los elementos que venimos trabajando, y el otro evidentemente es que queremos un crecimiento más balanceado. El crecimiento actual permitirá continuar reduciendo la pobreza que hace diez años afectaba a más del 70% de la población y hoy se encuentra en poco menos de 23%. Ha bajado significativamente. No obstante somos conscientes de que enfrentamos tasas de crecimiento más bajas en el futuro. Por tanto, el efecto de crecimiento/reducción de pobreza va a ser menor. Particularmente en el caso de esos bolsones duros de pobreza extrema no se llega solo con una estrategia de crecimiento de la economía, sino generando vehículos para llegar focalizado. Esa estrategia articulada es denominada incluir para crecer que complementa la de crecer para incluir. Por eso ahora tenemos un nivel de pobreza extrema por debajo del 5%. Así, tenemos una estrategia balanceada, con la que se busca mayor productividad en la economía, pero también preocuparse de los más pobres para que sea un crecimiento más equilibrado. Evidentemente hay tareas pendientes, pero estamos avanzando.
-¿Cuánto cree que van a golpear la recuperación de Estados Unidos y el fenómeno de El Niño?
-Hay que diferenciar la naturaleza de los dos impactos. El primer impacto, el de la Reserva Federal, es un fenómeno de una duración más larga. Ya empezó a golpear. Ya hubo reversión de capitales hacia Estados Unidos, y claramente el realineamiento del valor de las monedas viene ocurriendo desde hace un año y medio, y este año de manera significativa. Recuerda que de manera general uno de los canales de transmision de esto es el mercado de capitales, y los mercados de capitales tienden a adelantarse a que los eventos ocurran factualmente. Entonces una parte de este ajuste de este realineamiento de monedas y valores de flujos ya se ha dado en anticipación de lo que va a ocurrir. La pregunta correcta es cuánto de esto ya se ha dado, y vamos a encontrar a quienes te digan que el efecto devaluatorio hacia adelante debe ser bastante menor a lo que ya ocurrió y habrá otros que digan que buena parte ya ocurrió, pero que falta otra.
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-La devaluación del sol no ha sido poca en los últimos meses.
La moneda peruana se ha depreciado en el último año y medio alrededor de 17%, pero si vemos las de nuestros socios de la Alianza del Pacífico, que son las economías mejores comportadas de la región, la devaluación ha sido más alta. Chile y México se han depreciado el doble, Brasil el triple y Colombia casi cuatro veces. El choque sobre la región ya se ha dado. La pregunta es cuánto faltaría.
Decía que el fenómeno de El Niño tiene otra naturaleza porque es un impacto de a una. Un one shot claramente estacionalizado. Aún es una pregunta abierta el hecho de cuán tan fuerte puede ser este Niño. La última predicción de la entidad encargada de esto, el Estudio Nacional del Fenómeno de El Niño (Enfen), dice que es más probable que sea un fenómeno más inclinado hacia el lado de fuerte a extraordinario más similar al de 1998. Afectaría más a unas regiones que otras, pero en general afectraría a la actividad económica del país. Podría impactar hasta en 3% del PIB. Entonces en la medida en que se dé un Niño fuerte ello, condicionará el crecimiento de 2016. Ojo, es un choque transitorio y después tienes todo el impacto de la inversión en infraestructura [para reparar los estragos del fenómeno] que levanta el PIB. Por lo pronto solo queda prepararse de la mejor manera para el impacto cuando se dé.
-¿Cuál es la tarea pendiente para impulsar el crecimiento desde dentro?
-La respuesta es tienes que mejorar la productividad y la competitividad como país. ¿Cómo? Primero, con las políticas que se han iniciado en este gobierno en algunos casos y en otros se han fortalecido. Inversión en capital humano. No hay país que pueda sostener una senda de desarrollo con los niveles educativos del Perú, y por ello estamos invirtiendo muchísimo en ese aspecto. Segundo, tienes que generar motores adicionales al crecimiento. Somos un país todavía primario exportador, y allí es donde entra la agenda de diversificación productiva y se engarza todo el gasto en infraestructura.
-¿Cuáles son las reformas más urgentes?
-Mercados laborales que permitan que el país compita. Esa es la tarea que queda pendiente para el siguiente gobierno. Este gobierno intentó hacer reformas en ese aspecto que fueron paradas [por el Congreso]. Había propuestas enfocadas en los jóvenes que no fueron entendidas. No puedes proteger a unos pocos y dejar al resto del mercado en la informalidad. Esa es una tarea que tiene que continuarse, pero para la que necesitas no solo consenso sino también un gobierno de entrada que pueda tener capital politico para hacerlo.
La Alianza del Pacífico
-¿Cómo van las tratativas para avanzar en la implementación de la Alianza del Pacífico (AP)?
-Caminan muy bien. A nivel de ministros de Hacienda definimos una agenda más concreta y agresiva del mercado de capitales. Ya definimos las metas y los objetivos en cuanto a integración financiera, por ejemplo. Otro de los objetivos que no va a llegar lo suficientemente rápido es precisamente el de manejo de riesgos catastróficos. La idea es tener una estrategia conjunta en caso de desastres que sea eficiente en costos por cuestión de escala por ser cuatro países.
-Algunos críticos afirman que no se trabaja rápido en la consolidación de la AP.
-Homologar los mercados normativos y de capitales de cuatro países no se logra tan rápido. Realizamos la integración en términos de mercado de capitales más enfocada en el mercado secundario de acciones en un momento en el que le entraba un choque a la región. Lamentablemente no fue la mejor coyuntura para hacerlo. Quizá si la hacíamos un par de años antes hubiera sido un éxito. Pero estamos ampliando la integración financiera, y es complejo. No obstante, estamos dando las señales de que estamos trabajando con el objetivo de generar un mercado de capitales conjunto. Además trabajamos en incorporar mercados de renta fija como plataformas comunes en el mercado primario de acciones. También vamos a trabajar en mercados de capitales en armonización tributaria vía tratados de doble imposición y en ver cómo generamos mecanismos para atraer fondos de inversión hacia la región como un bloque.
-Vemos que es difícil homologar marcos de cuatro países. No obstante hay propuestas para que más países se integren a la AP.
¿No es contraproducente invitar a más cuando el bloque está en gestación?
-La AP crece como un bloque muy pragmático basado en principios económicos, y no políticos, y lo que buscamos es homogeneizar ciertas cosas como un paso previo a cualquier apertura. Lo que queremos es que quien entre entienda que esas son las condiciones de entrada y las reglas de juego. Más allá de eso creo que es una pregunta que deben responder los propios presidentes, pero somos conscientes de que ahora estamos trabajando en una asociación de cuatro que tiene que agarrar mucho más cuerpo.
El efecto China
-¿Cuánto más nos puede golpear la desaceleración de la economía china?
-Diversos estudios del crecimiento económico del Perú afirman que las condiciones externas determinan más de la mitad, aproximadamente el 55% del crecimiento. Mi lectura es que es más. Dentro de eso el canal materias primas y el canal China, que fue el que tuvo el mayor impacto de crecimiento en los últimos años por la demanda por nuestros productos, es lo que más pesa. El crecimiento potencial anual del Perú ha bajado desde por encima de 6,5% a 4,5%, y quizá un poco menos. Te diría que más de la mitad de esa caída es mayormente por la coyuntura internacional y la gran la mayoría de ese porcentaje es el efecto China-materias primas.
-La fortaleza fiscal ha sido un factor determinante en la estabilidad económica del Perú hoy, pero hasta ¿cuándo podría durar el gran tanque de oxígeno que tenemos?
-Tenemos que graduar. A veces nos dicen “usen más de eso”, y la respuesta es No, pues no sabemos si el choque terminará en 2015, en 2016 o puede durar más. Tenemos que tratar al paciente no para una carrera de 100 metros planos, ojalá que no para una maratón, pero sí por lo menos para una carrera de 5.000 metros con vallas. Eso es lo que estamos haciendo desde 2013 con un impulso fiscal para mitigar el impacto del menor desempeño del sector privado. Ahora cuando tú tienes una desaceleración, también fruto de caída de inversión privada, no toda la respuesta puede ser fiscal. Ahí lo que tienes que hacer es trabajar en reformas estructurales, en manejo de expectativas, y, bueno, lamentablemente nos ha caído otro choque que es elecciones. Se ha juntado todo, y la economía peruana no solo sigue creciendo sino que se ha acelerado el crecimiento en los últimos dos trimestres, y se espera que 2016 sea la economía que más crezca entre los países más grandes de la región. Evidentemente veremos qué pasa con El Niño, las elecciones; pero mira la resiliencia de la economía peruana, y eso es mérito del trabajo que se ha hecho en los últimos 15 o 20 años. Acá no hay conejos que vamos a sacar del sombrero para crecer 5% o 6% otra vez. La receta es seguir trabajando para seguir creciendo. Por lo pronto no ha habido un solo mes en los últimos años en los que el Perú no haya crecido.