Reino Unido, el mayor mercado financiero de la UE, que dejará el bloque en 2019, dejó así entrever la posibilidad de una brusca ruptura de los lazos entre ambos territorios si no se negocia un nuevo acuerdo.
Es necesario un nuevo sistema que permita que los bancos británicos y los de la Unión Europea (UE) hagan negocios tras el Brexit para evitar la división de mercados, dijo el martes el ministro de Finanzas de Reino Unido, Philip Hammond.
Reino Unido, el mayor mercado financiero de la UE, que dejará el bloque en 2019, dejó así entrever la posibilidad de una brusca ruptura de los lazos entre ambos territorios si no se negocia un nuevo acuerdo.
"La fragmentación de los servicios financieros resultará en una menor calidad y productos más caros para todos los afectados", dijo Hammond en Londres.
Actualmente los bancos y aseguradores de Londres sirven al mercado de la UE desde Reino Unido, pero este "pasaporte" para operar parece que se acabará tras la salida británica del bloque si no hay nuevos acuerdos.
"En primer lugar, necesitamos un nuevo proceso que establezca los requerimientos regulatorios de los negocios entre las fronteras de Reino Unido y la UE. Deben estar basados en las pruebas, ser simétricos y transparentes. Y deben reflejar los estándares internacionales", dijo Hammond.
"En segundo lugar, los mecanismos de cooperación deben ser recíprocos, fiables, y deben priorizar la estabilidad financiera. Deben, y es vital, permitir la gestión de los riesgos de forma oportuna y coordinada por parte de ambos lados".
"En tercer lugar, estos acuerdos deben ser permanentes y fiables para los negocios que estén regulados por los mismos" dijo Hammond.