El gobierno argentino espera que una moderación de los precios al consumidor contribuya a mejorar el humor social antes de las elecciones de octubre, en las que el presidente Mauricio Macri, con bajos índices de popularidad, buscará la reelección.
Buenos Aires. La inflación de Argentina descendió en mayo desde los altos niveles anteriores y el país cerrará el segundo trimestre con un buen resultado fiscal, dijo el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne de acuerdo a la edición de este lunes del diario local El Cronista.
El gobierno espera que una moderación de los precios al consumidor contribuya a mejorar el humor social antes de las elecciones de octubre, en las que el presidente Mauricio Macri, con bajos índices de popularidad, buscará la reelección.
"Es muy probable que veamos un descenso (de la inflación) con respecto a abril", dijo Dujovne en la entrevista con El Cronista. "Es una buena noticia relativa porque la inflación sigue estando alta".
La fuerte inflación se sumó a una persistente recesión para golpear la aprobación de la gestión de Macri, dificultando sus perspectivas frente a la fórmula peronista del exfuncionario Alberto Fernández y la expresidenta Cristina Fernández.
El costo de vida se disparó al comienzo del año debido a ajustes grandes en las tarifas de los servicios públicos y una oleada de inestabilidad cambiaria, frustrando el esfuerzo antiinflacionario de un duro plan acordado con el FMI.
Pero a fines de abril, el gobierno logró una flexibilización del programa de US$57.000 millones para habilitar posibles ventas masivas de dólares, lo que frenó la depreciación del peso y ayudó a estabilizar los precios en la economía.
El Fondo Monetario Internacional accedió a ese cambio en respuesta al cumplimiento de las metas fiscales por parte del gobierno. Dujovne anticipó que ese desempeño continuará, en base a una postura "muy prudente" por el lado del gasto.
El ministro dijo además que el financiamiento del país en 2020, otro foco de preocupación del mercado, estaba despejado porque Argentina solo necesitaría emitir US$5.000 millones en nueva deuda, una suma relativamente chica.
También afirmó que "falta muchísimo" para que el país pudiera considerar una eventual renegociación de los pagos de su crédito del FMI, que comenzarán en 2021, cuando ya esté en funciones un nuevo gobierno.