Alberto Carrasquilla ha apuntado que la recaudación tributaria del país caería en torno a un 6%, lo que supone unos US$2.600 millones, subrayando que la crisis económica implica "mucho más gasto público para atender los desafíos en salud pública y los de liquidez empresarial".
Bogotá. El ministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia, Alberto Carrasquilla, ha afirmado que 2020 será "el peor año en la historia económica del país", rebajando las proyecciones de crecimiento del 3,7% a contracciones de entre un 1,5% y el 2%.
"Este será uno de los peores años, si no el peor, de nuestra historia económica. Cada día de encerramiento forzoso -el primer paso esencial para manejar esta compleja situación- nos cuesta más de 2 billones de pesos (US$520 millones) a los colombianos", ha destacado Carrasquilla en declaraciones al diario colombiano 'El Espectador'.
En concreto, Carrasquilla ha apuntado que la recaudación tributaria del país caería en torno a un 6%, lo que supone unos 10 billones de pesos colombianos (US$2.600 millones), subrayando que la crisis económica implica "mucho más gasto público para atender los desafíos en salud pública, los humanitarios y los de liquidez empresarial".
El titular de Hacienda ha confirmado que, ante los menores ingresos públicos como consecuencia del "frenazo económico" derivado de la pandemia, el país generará "mucha más deuda" que se comenzará a pagar una vez superada la enfermedad.
Respecto al sector privado colombiano, Carrasquilla ha asegurado que necesita de la confianza necesaria para acceder al crédito, puesto que esta se ha visto "seriamente afectada" con la pandemia.
"El Gobierno tiene esa confianza en nuestro empresariado y en nuestros trabajadores y está, como consecuencia, en la disposición de poner toda su credibilidad económica en juego, tomar el riesgo financiero que venga al caso y garantizar, hasta donde sea posible, que empresarios y trabajadores reciban crédito y que este, en plazos razonables, se pueda pagar", ha apostillado.
El pasado 8 de abril, Carrasquilla solicitó al Fondo Monetario Internacional (FMI) el desembolso de una línea de crédito, que fue otorgada en 2009, por US$11.000 millones.
El ministro explicó que, para paliar los impactos del coronavirus Covid-19, el Ejecutivo estaba enfocando sus esfuerzos en cuatro puntos: salud pública, crisis humanitaria, frente económico y las provisiones para mitigar posibles efectos en el sector financiero.