"La mayor desigualdad es un freno para el crecimiento. Enfrentar decididamente la desigualdad en todas sus dimensiones es generar también condiciones para un crecimiento sustentable", dijo Alberto Arenas.
Santiago. El gobierno chileno afirmó que el ingreso por habitante del país superará a finales del decenio los US$22.000 considerados suficientes para cruzar el umbral del desarrollo, pero subrayó que más importante es vencer la desigualdad.
La afirmación la hizo el ministro de Hacienda, Alberto Arenas durante un foro empresarial en el que reiteró la defensa de la reforma tributaria que se propone llevar a cabo la presidenta Michelle Bachelet, a la que se oponen algunos sectores empresariales y políticos conservadores.
"La mayor desigualdad es un freno para el crecimiento. Enfrentar decididamente la desigualdad en todas sus dimensiones es generar también condiciones para un crecimiento sustentable", subrayó Arenas en el foro "¿Como viene el 2014?", organizado por el Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas (Icare).
Bachelet enviará el próximo lunes al Parlamento de reforma tributaria, que busca aumentar del 20% al 25% el impuesto a las empresas para aumentar la recaudación fiscal en tres puntos del PIB, equivalentes a unos US$8.200 millones.
Los recursos serán destinados a financiar una ambiciosa reforma educativa con la que Bachelet busca avanzar hacia una enseñanza gratuita y de calidad, la principal demanda de los estudiantes movilizados desde el año 2011.
En ese contexto, el ministro Arenas insistió en que la reforma tributaria "es una herramienta fundamental para darle gobernabilidad al crecimiento".
El responsable de las finanzas públicas de Chile aseguró no tener dudas de que el ingreso por habitante de Chile sobrepasará en 2020 los US$22.000 definidos actualmente como "el umbral del desarrollo".
Remarcó, no obstante, que "si bien para algunos alcanzar en unos años ese nivel de ingreso es el desarrollo, para nosotros es alcanzar (solamente) un desarrollo estadístico".
"Para que Chile entre al umbral del desarrollo, no solamente tiene que alcanzar ingresos por habitante de US$22.000 o más. Lo que tiene que hacer es enfrentar las desigualdades", manifestó.
Guillermo Tagle, presidente de Icare, admitió en tanto que Chile ha pasado "a vivir un nuevo ciclo de su historia económica", pero llamó "a no olvidar los fundamentos que hicieron crecer al país en los últimos años".
En ese contexto, advirtió que en el debate surgido en torno a ese nuevo ciclo, "la diferencia de rutas es evidente y no se siente que todos los agentes tengan un objetivo común", por lo consideró indispensable "buscar una conciliación entre empresarios, personas y compañías".
Admitió además que para solucionar los problemas estructurales del país, "todos, incluidos los empresarios, deben poner de su parte".