Alberto Carrasquilla podrá continuar como ministro de Hacienda en momentos en que el presidente Iván Duque se alista para presentar ante el Congreso una reforma fiscal, con la que busca aumentar el recaudo de impuestos para garantizar el financiamiento del presupuesto.

Bogotá. El ministro de Hacienda de Colombia, Alberto Carrasquilla, superó este martes una moción de censura en la Cámara de Representantes para obligarlo a renunciar por acusaciones de corrupción que el funcionario ha negado repetidamente.

Con 120 votos en contra y 22 a favor los congresistas negaron la moción, que de haber sido aprobada hubiera obligado al funcionario a renunciar a su cargo. El ministro, quien no asistió a la votación, recibió el apoyo de los partidos Centro Democrático, La U, Cambio Radical, Conservador, y Liberal.

Carrasquilla podrá continuar como ministro de Hacienda en momentos en que el presidente Iván Duque se alista para presentar ante el Congreso una reforma fiscal, con la que busca aumentar el recaudo de impuestos para garantizar el financiamiento del presupuesto de 2019 y reducir el déficit fiscal en sus cuatro años de gobierno.

A mediados de septiembre el ministro enfrentó en el Senado un debate promovido por la izquierda por las mismas acusaciones, sin que prosperara la moción de censura que finalmente fue tramitada a través de la Cámara de Representantes.

El ministro es acusado de haber obtenido millonarias ganancias con una empresa de la que fue socio y que participó en la estructuración de la emisión de unos bonos con los que 117 municipios financiaron la construcción de acueductos.

Según acusaciones de congresistas como Jorge Robledo, Carrasquilla impulsó ante el Congreso como ministro de Hacienda del expresidente Álvaro Uribe una ley que autorizó financiar obras como acueductos, de la que luego se favoreció como particular con una empresa de asesorías de la que era socio.

La moción es un mecanismo de control a través del cual el Congreso puede exigir la separación del cargo de funcionarios del Gobierno. Para aprobarla se necesita el voto afirmativo de la mitad más uno de los integrantes de la cámara en donde se propone la iniciativa.

Desde que se implementó el mecanismo con la reforma constitucional de 1991, ningún ministro ha sido obligado a renunciar.